Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, ha hecho autocrítica y ha calificado la situación como un "error injustificable" que necesita rectificación. En un acto en Guadalajara, Feijóo subrayó la necesidad de asumir la responsabilidad y trabajar para mitigar los impactos negativos de esta decisión.

La situación se torna más compleja, ya que la reforma que ha desatado la controversia fue aprobada en el contexto de una tramitación parlamentaria que el PP no supo identificar como perjudicial para las víctimas del terrorismo. Feijóo ha reiterado su compromiso para "paralizar esta indecencia", instando al Gobierno a retirar las enmiendas de Sumar que introducen los beneficios a los presos de ETA.

Una Decisión polémica

El PP ha exigido que se retire la reforma que permite beneficios a los etarras, alegando que esto no solo es un error sino también una ofensa para las víctimas del terrorismo. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha estado en contacto con el ministro de Justicia, Félix Bolaños, solicitando la retirada de las enmiendas que permiten la reducción de penas para los presos de ETA. "Es grave que, de una forma absolutamente maliciosa, se haga esta indignidad", afirmó Feijóo.

Durante su discurso, el líder del PP hizo una clara distinción entre el error del partido en la tramitación de la reforma y la voluntad del Gobierno, apuntando que "hay un abismo moral entre un error en una tramitación parlamentaria y la voluntad deliberada de sacar de la cárcel a los presos de ETA". Su afirmación destaca la crítica interna que enfrenta el PP y la presión externa que se ha ejercido desde varios sectores políticos y sociales.

Responsabilidad compartida

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, también se ha hecho eco de la autocrítica de su líder, aunque ha desviado la mayor parte de la responsabilidad hacia el Gobierno. "El primer y último responsable de esta indecencia es Pedro Sánchez", declaró Tellado, enfatizando que el Gobierno está dispuesto a hacer cualquier cosa para satisfacer a sus socios políticos, incluidos aquellos relacionados con el entorno de ETA.

Con la llegada del debate en el Senado, el PP ha llevado una propuesta a la Junta de Portavoces para solicitar la retirada de las enmiendas, alegando que estas permiten recortar las penas a 44 presos de ETA y facilitan hasta siete excarcelaciones. Sin embargo, la respuesta del PSOE y sus aliados fue negativa, lo que generó un ambiente tenso en la Cámara.

Las consecuencias de la reforma

El clima de indignación se ha extendido no solo dentro del PP, sino también entre las víctimas del terrorismo, quienes sienten que sus derechos y dignidad han sido pasados por alto. En una clara demostración de unidad, el PP ha solicitado la retirada de un proyecto de ley que ha sido calificado como "extremadamente grave" por su contenido.

"El PP pretende dar todo el margen posible para que los grupos reconsideren su postura o que el Gobierno retire el proyecto de ley", ha señalado Alicia García, portavoz del PP en el Senado. Esta estrategia ha sido vista como un intento de salvaguardar la imagen del partido, que enfrenta críticas tanto internas como externas.

Reacciones del Gobierno y oposición

El PSOE ha rechazado las acusaciones del PP, argumentando que la Audiencia Nacional había planteado previamente la necesidad de adecuar la legislación española a las normativas europeas. Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, afirmó que la reforma busca "corregir un déficit" y que ha estado en tramitación durante seis meses, por lo que no hay excusas válidas para el error del PP.

"Lo que queremos es adaptar la legislación europea a la española. Punto", enfatizó López, quien también criticó al PP por jugar con los sentimientos de las víctimas. Su postura refleja la tensión política en torno a la reforma y las diferentes interpretaciones de la responsabilidad.

La respuesta de Sumar

Desde Sumar, el diputado Gerardo Pisarello ha rechazado la narrativa del PP sobre el "error" en la tramitación de la reforma. Según él, el PP sabía perfectamente lo que estaba votando y ahora busca desviar la atención. "No es creíble que el PP no supiera lo que votaba", afirmó, cuestionando la capacidad del partido para gestionar la crisis.

Pisarello recordó que el PP cuenta con expertos legales dentro de sus filas y que no debería ser sorprendente que se aprobara una enmienda similar en el pasado. La respuesta de Sumar resalta la división y la falta de confianza que permea el actual panorama político en España.

Mirando hacia el futuro

A medida que se desarrolla esta situación, el PP ha manifestado su intención de explorar todas las vías políticas y parlamentarias para frenar la reforma. No obstante, las opciones son limitadas, ya que el Gobierno cuenta con la mayoría necesaria para llevar adelante la reforma en el Senado.