El expresidente del Gobierno Felipe González asistió la noche del jueves al programa de televisión El Hormiguero en Antena 3, donde fue entrevistado por Pablo Motos. Desde su llegada al plató, González mostró su disposición a hablar sin reservas, presentándose con una cartera de la cual extrajo la Constitución Española, indicando que la noche prometía ser interesante.

"Vengo lleno de papeles", anunció Felipe González al inicio. En ese momento, se pudo imaginar a Pedro Sánchez sintiéndose incómodo frente al televisor, anticipando las críticas que seguirían. González aclaró que no buscaba crear controversia, aunque sus palabras apuntaban a temas delicados. "Aquí está la navaja de la boca", dijo mientras hacía el gesto de cerrar sus labios. "Esas peleas me preocupan mucho, me parece que no es política. Vivimos en un país curioso porque no es previsible, no sabemos lo que va a pasar mañana ni al otro", comentó González, quien se mostró crítico con el gobierno actual, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el líder independentista Carles Puigdemont.

Pablo Motos abrió la conversación agradeciendo la presencia de González y preguntándole si consideraba que faltaban líderes políticos en la actualidad. "Sí, completamente. Tenemos mucha mejor sociedad hoy que política. Yo gobernaba para todo el país. Tenía un proyecto de país. Ahora no hay proyecto de país, por eso me siento huérfano", respondió González, repitiendo la palabra "huérfano" en varias ocasiones. Criticó la coalición gubernamental actual y cuestionó la progresividad de Puigdemont, describiéndolo como insolidario con el resto de españoles.

Con la Constitución Española en mano, González continuó su discurso, recordando su aprobación en 1978, especialmente en Cataluña. "Esto que pactamos en el 78, donde más se votó fue en Cataluña. Después de que llegara el verdadero exiliado, el viejo Tarradellas. A lo mejor se enteran esta noche Puigdemont y Aragonés. Tendrían que tener más respeto a los catalanes que tienen más edad", expuso González. Subrayó que la Constitución no es un arma de agresión, sino un pacto para vivir en libertad, y cuestionó: "Señalar con el dedo a un periodista... ¿Pero adónde vamos a llegar?".

González también lanzó críticas a Zapatero, comentando: "A lo mejor de lo que digo ahora se entera hasta Zapatero, que le cuesta trabajo, ¿eh?" (provocando risas y aplausos del público). Añadió que la peor época del PSC fue durante la herencia de Zapatero y expresó: "Los dirigentes del partido no me quieren a mí. Este partido en parte lo reconstruí yo".

En relación con la reciente amenaza de dimisión de Pedro Sánchez y su visita al Rey, González opinó: "Fue raro lo de la visita al Rey. Es difícil ponerse en el papel del Jefe del Estado, pero lo que debió de pensar es que (Sánchez) iba a despedirse. 'Vengo a decirle que me quedo'. ¿Y? Lo digo sin perder el humor. Yo no lo entiendo y no lo entendió nadie".

Sobre el presidente argentino Milei, González señaló: "Tenemos decenas de miles de españoles en Argentina y tenemos aquí centenares de miles de argentinos en España. Yo no lo hubiera hecho (retirar a la embajadora española en Argentina). ¿Que la actitud de Milei ha sido maleducada? Yo habría hecho como el Papa Francisco, y no soy creyente: hacer como que no se refería a él".

Otro punto de crítica fue la relación del gobierno con Rusia: "¿Por qué no hemos roto con Rusia, que ha invadido a Ucrania?", cuestionó González.

En una reflexión personal, al ser preguntado por Motos sobre su edad, González respondió: "Haber sobrevivido, ¿no? Lo he pensado muchas veces (...). Le digo a los políticos que tienen que conocer el paisaje y el paisanaje. Si no, no podrán gobernar un país. Claro que veo deterioro físico. Si no entramos en detalles, estoy bien".

Finalmente, González mencionó la necesidad de reformar el Consejo del Poder Judicial: "Solo quiero decir una cosa: tienen que arreglar el Consejo del Poder Judicial. Mañana ya es tarde. Los ciudadanos están sufriendo retrasos inaceptables. He visto una condena de siete años de cárcel a una persona que se murió hace tres años. Tienen que arreglarlo ya", insistió, responsabilizando en parte al PP.

Quizá solo en ese momento, si es que aún seguía viendo el programa, Pedro Sánchez encontró un mínimo alivio en la noche, aunque ya era tarde. El Hormiguero terminó y el actual presidente quedó retratado por el exmandatario, sin más defensas que ofrecer.