Carles Puigdemont, el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, ha confirmado su intención de regresar a España esta semana para estar presente en la investidura del socialista Salvador Illa, aun a riesgo de ser arrestado. A través de una carta dirigida a la ciudadanía, publicada este sábado, Puigdemont ha enfatizado que lo realmente significativo no será su detención, sino que "el hecho verdaderamente importante será la evidencia de que en España las amnistías no amnistían".

En su comunicado, Puigdemont ha señalado que su posible arresto demostraría que "hay jueces dispuestos a desobedecer la ley y que el Gobierno español se lo mira con la indolencia del resignado". Ha criticado que, en su opinión, genera más "aspavientos" la imputación de la mujer del presidente del Gobierno y su citación a declarar, que "cuando el Tribunal Supremo se niega a aplicar la única ley que se ha aprobado en esta legislatura".

El líder de Junts ha recordado que "verme encarcelado ha sido el sueño frustrado de los perseguidores españoles durante siete años", y ha advertido que para lograr su encarcelamiento "habrán de violar muchas cosas", haciendo una referencia indirecta al plan revelado por Josep Rull de atrincherarse en el Parlament, como si se acogiera a sagrado.

En su misiva, firmada desde Waterloo, Puigdemont ha insistido en que "la decisión de la militancia de ERC de investir al candidato socialista Salvador Illa hace que este riesgo sea una posibilidad real de aquí a muy pocos días". Puigdemont ha esperado a publicar su carta hasta que finalizara la votación interna en ERC, "para que no se me acuse ni de hacer chantaje emocional ni de interferir en el proceso interno de otra formación política". Ha considerado que un gobierno socialista será "de carácter españolista" y "alérgico a la plena normalización de la lengua catalana", además de incapaz de negociar con el Gobierno de España.

La crítica a la decisión de ERC ha resonado en el comunicado emitido por Junts, cuya cúpula se reunió de forma extraordinaria también este sábado: "Lamentamos que ERC haya optado por la peor de las alternativas posibles, invistiendo a un presidente que representa al PSC más españolista de la historia", señalan en el documento.

Además, en su carta, Puigdemont ha reprochado a las estructuras B de ERC dedicadas a la guerra sucia y les ha acusado de haber participado en campañas de desprestigio contra él en 2017. "Hace falta expulsar las malas artes y la toxicidad como tácticas de beneficios partidistas", ha afirmado.

Tanto el comunicado de Junts como la carta de Puigdemont han insistido en que su regreso es un acto "político" y no un asunto personal. Puigdemont ha asegurado que su huida fue una marcha al "exilio" para "proteger la institución de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña" tras la aplicación del artículo 155.

De esta forma, ha declarado, "mantener el compromiso" de volver para un pleno de investidura "también es una decisión política". Asimismo, Puigdemont ha recordado que no será la primera vez que lo detienen: "He estado en una prisión alemana y otra italiana, arrestado en una comisaría belga y convocado por la policía antiterrorista francesa", ha enumerado.

"Si se salen con la suya, imagino lo que me espera y sé lo que he de hacer", ha añadido, destacando que, a su juicio, "lo que no he de hacer; por ejemplo, convertirme en objeto de negociación ni abonar ninguna decisión política que comporte renunciar a la lucha". La carta concluye con un lema: "No se trata de derramar lágrimas, sino de sacar las garras, ¡viva Cataluña libre!".