La sinagoga de Madrid se ha visto sumida en una atmósfera de temor y preocupación a medida que aumentan los ataques. Los fieles y organizadores están profundamente preocupados por la seguridad, lo que ha transformado el templo en un espacio de extrema cautela. Aunque la asistencia a la sinagoga ha aumentado en estos días, también se ha notado una creciente tensión que no se había experimentado anteriormente.

A pesar de ser un lugar sagrado y un punto de encuentro de alegría para la comunidad judía, esta semana ha estado marcada por una inusual gravedad. Las sonrisas han dado paso a expresiones preocupadas por la situación en Israel.

Conscientes de la escalada de la tensión y observando lo que ha ocurrido en otros países, tanto los organizadores como los fieles se han vuelto "obsesivos" con la seguridad.

El acceso al templo para quienes no son judíos se ha vuelto casi imposible y lleno de medidas de seguridad. Se requiere solicitar la entrada previamente, ya sea por llamada telefónica o por escrito, lo que refleja la inquietud de la comunidad ante la actual escalada del conflicto entre Israel y el grupo terrorista palestino Hamás.

Los ataques contra el pueblo judío fuera de las fronteras de Israel han reabierto viejas heridas entre la comunidad. Los fieles y organizadores están extremadamente preocupados por las manifestaciones antisemitas que se están produciendo en Europa y España, y sienten que están reviviendo momentos oscuros de la historia. Lanzan un llamado a la unidad de las comunidades judías y los demócratas españoles para condenar enérgicamente estas manifestaciones.

El temor a lo que pueda ocurrir se ha apoderado de la sinagoga, llegando al punto de considerar la cancelación temporal de ritos y ceremonias, ya que la incertidumbre sobre el futuro es abrumadora.

Estrella Bengio, presidenta de la Comunidad Judía de Madrid, destaca la importancia de la seguridad y la colaboración con las autoridades para garantizarla. La tensión y el miedo persisten entre los miembros de la comunidad mientras trabajan incansablemente para mantener la seguridad de todos.