GUERRA
Un joven en busca de paz vive una pesadilla: así vivió el terror de la guerra
- Rafael Zimerman, un valiente joven brasileño, se vio atrapado en medio de un devastador ataque terrorista en Israel.
- Desde un búnker en Haifa, nos relata la noche de horror que vivió mientras disfrutaba de un festival de música que se convirtió en una pesadilla.
![Rafael Zimerman tras salir del búnker](/asset/thumbnail,768,432,center,center/media/diarioalerta/images/2023/10/14/2023101417573565955.png)
Rafael Zimerman, un joven brasileño de 22 años, huyó de la creciente violencia en su país natal en busca de un lugar más seguro, encontrando refugio en Israel debido a su ascendencia familiar. Sin embargo, su búsqueda de tranquilidad se vio abruptamente interrumpida hace una semana cuando asistió a un festival de música que rápidamente se convirtió en una pesadilla a manos de un ataque terrorista de Hamás. En una conversación telefónica, Rafael compartió su experiencia de terror y supervivencia.
El festival, conocido como Tribe of Nova - Universo Paralello, tenía raíces en Brasil, lo que atrajo a Rafael y sus amigos. Durante la mayor parte del evento, disfrutaron de la música y la atmósfera festiva sin incidentes. Sin embargo, al amanecer, el cielo se iluminó con explosiones y cohetes lanzados por Hamás, y la diversión se convirtió en una lucha por la supervivencia.
"Escuché un ruido muy grande, como de fuegos artificiales. Miré al cielo y vi muchos cohetes, muchísimos. Sabía que Israel tiene un sistema antimisiles muy eficaz, pero había demasiados. Se paró la fiesta y a través de los altavoces escuché las palabras 'código rojo'", relata Rafael. En ese momento, se dio cuenta de la gravedad de la situación y la necesidad de buscar refugio de inmediato.
Junto a sus amigos Ranani y Rafaella, que demostraron ser un apoyo vital, Rafael comenzó a buscar un búnker para protegerse de los cohetes. Ranani, con experiencia militar después de haber servido en el Ejército israelí, lideró el grupo en busca de seguridad. Corrieron y detuvieron un coche de otro asistente al festival, quien los llevó a un búnker a unos minutos del recinto. Rafael y sus amigos fueron los primeros en llegar, pero pronto se unieron muchas más personas.
Rafael recuerda: "En ese momento, pude relajarme un poco porque todos a mi alrededor parecían bastante tranquilos, al haber vivido situaciones de alarma similares, y decían estar seguros de que al cabo de un rato el bombardeo se detendría y podrían salir y volver al festival. Sólo se mostraban algo sorprendidos porque el Gobierno israelí no hubiese previsto el lanzamiento de tantos misiles".
A pesar de su experiencia traumática, Rafael Zimerman y sus amigos encontraron refugio en un momento crítico, demostrando la resiliencia de la gente común en medio de circunstancias excepcionales. Su historia es un testimonio de la voluntad de sobrevivir y prosperar en medio de la incertidumbre y la adversidad.