El Ministerio de Defensa ruso confirmó que las fuerzas de Ucrania han alcanzado la ciudad de Sudzha, ubicada a unos diez kilómetros de la frontera con Rusia. En respuesta a esta incursión, el gobierno de Moscú anunció el despliegue de nuevas tropas y armamento en la región fronteriza de Kursk, donde se han registrado enfrentamientos desde hace cuatro días.

El Ministerio de Defensa ruso comunicó que se están enviando unidades equipadas con lanzacohetes múltiples BM-21 Grad, piezas de artillería remolcadas, tanques, vehículos Ural y Kamaz a la zona de Kursk. Este despliegue tiene como objetivo reforzar las posiciones rusas y detener el avance de las fuerzas ucranianas en el área. Según la información proporcionada por el Ministerio, las tropas ucranianas han llegado a la ciudad de Sudzha, que cuenta con una población de 5.500 habitantes y es un punto estratégico en el tránsito de gas hacia países de la Unión Europea.

El ejército ruso informó que aproximadamente 1.000 soldados ucranianos y más de dos decenas de blindados y tanques están involucrados en esta operación. Además, el jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, instó en un comunicado a actuar con la "máxima moderación para evitar un accidente nuclear".

El OIEA fue informado por la misión rusa de la presencia de "fragmentos y restos, posiblemente pedazos de cohetes interceptados" cerca de una central nuclear cercana a Kursk. Sin embargo, el servicio de prensa de la planta nuclear, citado por la agencia rusa Ria Novosti, afirmó que la central "funciona con normalidad" y que los niveles de radiación se mantienen en parámetros habituales.

Aunque Ucrania no ha confirmado oficialmente su participación en la incursión, el presidente Volodimir Zelenski declaró el jueves que Rusia ahora enfrenta las consecuencias de la guerra que llevó a territorio ucraniano. "Rusia trajo la guerra a nuestro país y debería sentir" sus efectos, comentó Zelenski, sin hacer mención directa a los eventos en Kursk.

Este desarrollo representa un revés significativo para el Kremlin, que había logrado avances en el este de Ucrania en los últimos meses. El presidente ruso, Vladimir Putin, describió la situación como una "provocación a gran escala", mientras que el oficial de mayor rango del país prometió neutralizar la incursión. Medios rusos han difundido un video que muestra a residentes de Sudzha suplicando ayuda a Putin. "En unas horas nuestra localidad quedó en ruinas (...) Nuestros familiares se están quedando atrás, no podemos llamarlos, no hay comunicación. Por favor, ayúdenos a recuperar nuestra tierra", declaró uno de los habitantes.