Hace ya varios años, la política cántabra se vio agitada por una idea que, aunque no era nueva, cobró una fuerza inesperada: la de convertir "Viento del Norte", la icónica canción de Nando Agüeros, en el himno oficial de la comunidad. Fue el presidente cántabro y líder del PRC, Miguel Ángel Revilla, quien primero planteó la propuesta. Lo que empezó como una sugerencia personal fue ganando terreno hasta convertirse en un punto clave del programa electoral del PRC para las elecciones de aquel año.

"Viento del Norte" había sido, durante años, una de las canciones más escuchadas y cantadas en eventos folclóricos y familiares a lo largo del Cantábrico. Con su emotiva melodía y su letra cargada de referencias a la tierra, se ganó un lugar especial en el corazón de muchos cántabros. Su compositor, Nando Agüeros, se había convertido en una figura destacada en la música tradicional de la región, y su obra resonaba con fuerza en el ámbito cultural.

El resurgimiento de la propuesta se dio en una comida entre Revilla y el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, en la localidad asturiana de Colombres. Durante ese encuentro, Revilla reiteró su deseo de convertir "Viento del Norte" en el himno oficial de Cantabria, un tema que rápidamente saltó a la prensa, desatando una nueva oleada de comentarios. Los partidos de la oposición no tardaron en reaccionar.

En aquel momento, tanto PP como Vox calificaron la propuesta de "una broma" y "una falta de respeto" hacia los cántabros, argumentando que había asuntos mucho más importantes que discutir. Aunque ninguno de los dos partidos expresó una posición clara a favor o en contra de la idea, su reacción fue de una crítica unánime. Ciudadanos también se pronunció en contra, tildando el debate de "estéril" y acusando a Revilla de crear distracciones para evitar discutir temas de mayor relevancia para la comunidad.

Por su parte, Vox fue más allá, sugiriendo que Revilla estaba intentando "imitar al PNV" para "fijar votos", insinuando que la idea de transformar "Viento del Norte" en himno era una maniobra política para movilizar a sus seguidores. A pesar de estas críticas, el PRC se mantuvo firme en su postura, asegurando en un comunicado que el actual himno de Cantabria, "La Montaña", no lograba conectar con los cántabros de la misma manera que la popular canción de Nando Agüeros. "El escaso conocimiento de la letra del actual himno contrasta con la conexión que 'Viento del Norte' ha alcanzado entre los cántabros", defendía el partido de Revilla.

El PRC afirmó en varias ocasiones que su intención era llevar la propuesta al Parlamento de Cantabria al inicio de la siguiente legislatura, con la esperanza de que los cántabros empezaran a entonar "Viento del Norte" en los actos institucionales. Pero la política, como es habitual, tenía otros planes. La propuesta fue perdiendo fuerza con el tiempo, y las prioridades de la agenda política de Cantabria cambiaron, dejando la iniciativa en un segundo plano.

A pesar del fervor inicial, la idea de convertir "Viento del Norte" en el himno oficial de Cantabria no llegó a materializarse. La oposición, que en su momento tachó la propuesta de "maniobra política", fue ganando terreno, y la discusión fue desplazada por debates más urgentes y prioritarios para la comunidad. Los cántabros, aunque muchos seguían sintiendo un gran cariño por la canción, tampoco mostraron un respaldo masivo a la iniciativa. La melodía de Agüeros continuó siendo parte de la cultura y del folclore, pero no alcanzó el estatus de himno oficial.

Finalmente, el tiempo se encargó de enterrar la propuesta, y "Viento del Norte" quedó como una de las canciones más queridas y escuchadas de Cantabria, pero sin el reconocimiento oficial que Revilla había soñado para ella. El PRC, aunque lo intentó, no logró convertir la canción en el himno de Cantabria, y los cántabros continuaron cantándola en celebraciones populares, pero no en actos oficiales.