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LONDRES

Discrepancias en el gobierno británico por el servicio militar obligatorio

Anne-Marie Trevelyan contradice a Rishi Sunak afirmando que el servicio militar obligatorio incluirá sanciones, mientras el Partido Laborista y exmilitares rechazan la medida, considerándola electoralista y costosa.
El primer ministro británico, Rishi Sunak. /  Oli Scarff
El primer ministro británico, Rishi Sunak. / Oli Scarff
Discrepancias en el gobierno británico por el servicio militar obligatorio

La ministra británica de Exteriores para asuntos del Indo-Pacífico, Anne-Marie Trevelyan, ha manifestado que, de aprobarse la propuesta, el servicio militar obligatorio se impondrá a todos los jóvenes a partir de los 18 años, y aquellos que se nieguen podrían ser sancionados con multas. Estas declaraciones contradicen al primer ministro Rishi Sunak, quien durante el anuncio de la medida el fin de semana, presentó la propuesta como casi voluntaria a pesar de su denominación "servicio nacional obligatorio". Sunak afirmó que no habría sanciones para quienes incumplieran y que existiría una alternativa en servicios sociales para aquellos con problemas de conciencia.

Al ser consultada sobre el tema, Trevelyan sostuvo que no se podía descartar la posibilidad de sanciones para los jóvenes o sus padres si se negaban a participar en el servicio nacional. No obstante, esta propuesta enfrenta pocas probabilidades de éxito debido a la oposición del Partido Laborista, el cual se perfila como probable vencedor de las próximas elecciones previstas para julio de 2024.

El líder laborista y candidato a primer ministro, Keir Starmer, criticó la propuesta de Sunak, argumentando que buscaba formar un "Ejército de adolescentes" y defendió la profesionalidad de las fuerzas armadas. En declaraciones al DailyMail, Trevelyan defendió la medida, señalando que los jóvenes no serían enviados a zonas de combate y que recibirían enseñanzas "que no pueden aprender en las aulas ni en las salas de conferencias".

Estas declaraciones también contradicen al ministro del Interior, James Cleverly, quien afirmó que "no habrá ninguna sanción penal" para quienes se nieguen a hacer el servicio, aunque insistió en la obligatoriedad de la medida, comparándola con la obligatoriedad de recibir educación o formación entre los 16 y 18 años.

El gobierno busca con esta medida cubrir unas 30.000 plazas en las fuerzas armadas, aunque incluso fuentes militares han mostrado su rechazo, según el diario The Guardian. El exjefe de la Royal Navy, lord almirante Alan West, calificó la propuesta de "locura", añadiendo: "Me encantaría que más jóvenes tomen conciencia de la defensa y participen, pero esta idea es, básicamente, una locura". De manera similar, el exjefe de Estado Mayor general Richard Dannatt expresó que la propuesta era "oportunismo electoral", argumentando que los costos serían enormes para cubrir formadores e infraestructura y que no se puede imponer algo así a las Fuerzas Armadas.

Discrepancias en el gobierno británico por el servicio militar obligatorio
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