La jueza Aileen Cannon de Florida ha tomado la decisión de desestimar el caso contra Donald Trump por el supuesto robo de secretos de Estado al concluir su mandato presidencial. Esta resolución marca un punto crucial en el proceso legal que enfrentaba el ex presidente, representando una significativa victoria para él.

El fallo de Cannon, quien ha sido identificada previamente por su afinidad hacia Trump desde el inicio del juicio, liquida, al menos temporalmente, uno de los frentes legales más serios que enfrentaba Trump tras dejar la Presidencia. Según la magistrada, la base de su decisión se fundamenta en una interpretación del Derecho que hasta ahora no había sido ampliamente considerada.

"El nombramiento de un fiscal especial como Jack Smith debe corresponder al Congreso de EEUU, junto con la asignación presupuestaria necesaria", señaló la jueza, apoyándose en una opinión legal que había sido previamente planteada por el juez Clarence Thomas, conocido por su postura afín a Trump dentro del Tribunal.

El caso se centraba en los documentos confidenciales que Trump supuestamente trasladó a su club privado y residencia de Mar-a-Lago en Florida al finalizar su mandato en enero de 2021. Según el acta de acusación, estos documentos fueron encontrados en múltiples ubicaciones dentro del club, incluyendo duchas, aseos, dormitorio, oficina, sótano y el salón de baile utilizado para eventos.

Inicialmente acusado de 37 cargos, que incluían la retención de secretos de seguridad nacional y la obstrucción a los esfuerzos del gobierno para recuperar los archivos, posteriormente se sumaron tres cargos adicionales contra Trump.

El equipo legal de Trump ha acogido con satisfacción la decisión de la jueza Cannon, destacando que confirma la interpretación legal defendida por el ex presidente desde el inicio del caso.