El dúo Nebulossa, integrado por María Bas y Mark Dasousa, se erigió en protagonista de la final de Eurovisión 2024 celebrada en Malmö, Suecia, desafiando una serie de circunstancias adversas que habían marcado los días previos al evento de renombre internacional.

La anticipación ante la actuación de Nebulossa fue palpable en el ambiente, dado el contexto de controversia que rodeó su participación. Desde su controvertida canción hasta los eventos que llevaron a la dimisión de la delegada de Igualdad de RTVE, el dúo se había convertido en centro de atención y debate en los días previos al evento.

Sin embargo, el momento crucial llegó cuando Nebulossa, originalmente programado para actuar en el octavo lugar de la final, vio su posición en el orden de actuación adelantada a la séptima posición. Este cambio repentino se debió a la expulsión del representante de Países Bajos, Joost Klein, por un incidente de intimidación hacia una operadora de cámara.

A pesar de los desafíos, Nebulossa no se amilanó y subió al escenario con determinación. María Bas, quien previamente había sido atendida por personal médico debido a una caída durante la segunda semifinal, se enfundó en el llamativo atuendo diseñado por Michael Costelloe, adornado con 63.000 cristales diminutos. El dúo interpretó su controvertida canción "Zorra" con la misma intensidad y pasión que en su presentación anterior en el Benidorm Fest.

La puesta en escena de Nebulossa fue meticulosamente planificada para transmitir su mensaje de empoderamiento femenino. Elementos visuales como el icónico sofá circular rojo, utilizado previamente en el Benidorm Fest, se integraron en la presentación, ahora con una sección dorada en honor a los colores de la bandera española. La pantalla LED detrás del dúo exhibió las letras de la canción, invitando al público a unirse a la celebración y destacando la energía de la actuación.

Los bailarines de Nebulossa, ataviados con trajes elegantes que posteriormente revelaron corsés y botas altas, contribuyeron a crear un ambiente teatral que complementaba el tema de la canción. A pesar de las críticas sobre la calidad vocal de la artista, el público no pudo evitar corear el estribillo repetitivo de la canción, convirtiendo la actuación de Nebulossa en uno de los momentos más memorables de la noche.

En resumen, la actuación de Nebulossa en la final de Eurovisión 2024 fue un testimonio de su capacidad para enfrentar la adversidad y brillar en el escenario internacional, destacando no solo por su música, sino también por el mensaje reivindicativo que transmitieron a través de su presentación.