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El Diario de Cantabria

POLÍTICA

Este diputado de Cantabria insta a reaccionar tras salir a la luz los trapos sucios de Sánchez

Los audios filtrados implican al propio presidente en un plan para neutralizar a sus críticos más duros
Pedro Sánchez durante su encuentro con representantes de asociaciones, pacientes, familiares y cuidadores de personas con ELA. / Alberto Ortega
Pedro Sánchez durante su encuentro con representantes de asociaciones, pacientes, familiares y cuidadores de personas con ELA. / Alberto Ortega
Este diputado de Cantabria insta a reaccionar tras salir a la luz los trapos sucios de Sánchez

En los últimos días, un escándalo ha sacudido el panorama político español, poniendo en el ojo del huracán al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su círculo más cercano. Según informaciones recientes, reveladas a través de audios filtrados, el líder del PSOE habría encargado a su mano derecha, Santos Cerdán, investigar a magistrados, fiscales y periodistas para desacreditarlos, todo en el contexto de un procedimiento penal abierto contra su esposa, Begoña Gómez.

El diputado por el Partido Popular, Javier Noriega Gómez, tras conocer esta información, no dudó en compartir su opinión en redes sociales:

"Sánchez encargó a Cerdán investigar a magistrados, fiscales y periodistas tras apertura de procedimiento penal frente a Begoña Gómez: 'Ha dicho el Gran Jefe que hay que acabar con esto como sea'. Cerdán pidió copia de los audios a cambio de aliviar su futuro procesal… ¿Y ahora?"

El papel de Pedro Sánchez: El "Gran Jefe"

Los audios filtrados y publicados por El Confidencial, implican directamente a Pedro Sánchez, refiriéndose a él como el "Gran Jefe" que ordenó "acabar con esto como sea". Esta orden se habría dado en un contexto de creciente presión sobre el Gobierno, luego de que se abriera un procedimiento penal contra su esposa. En este sentido, las grabaciones apuntan a una estrategia deliberada para socavar la credibilidad de los jueces y periodistas que pudieran poner en riesgo la estabilidad del ejecutivo.

El encargado de llevar a cabo esta operación habría sido Santos Cerdán, un hombre clave dentro del PSOE, conocido por su lealtad a Sánchez. Cerdán, según los audios, habría solicitado la obtención de copias de todos los archivos que pudieran comprometer a estas figuras, prometiendo a cambio un alivio en posibles futuros procesos judiciales que lo involucren.

Una campaña de desprestigio coordinada

Los detalles revelados sugieren que esta no fue una acción aislada, sino una campaña cuidadosamente orquestada desde las entrañas del PSOE. Santos Cerdán y Leire Díez, una figura interna del partido, habrían contactado con empresarios y otros actores clave para obtener y manipular información sensible sobre jueces y periodistas. El objetivo era claro: destruir la credibilidad de cualquiera que pudiera representar una amenaza para el Gobierno de Sánchez.

El empresario que ha filtrado estos audios narra cómo se le pidió colaborar en la recopilación y descifrado de información comprometedora. En sus propias palabras, decidió ayudar porque compartía el objetivo de "acabar con las cloacas". Sin embargo, este testimonio ha desencadenado un auténtico terremoto político, con posibles implicaciones legales para los involucrados.

El silencio del Gobierno y las consecuencias inminentes

Hasta el momento, ni Pedro Sánchez ni el PSOE han emitido un comunicado oficial sobre estas acusaciones. Este silencio ha sido interpretado por muchos como un reconocimiento tácito de los hechos, intensificando las críticas por parte de la oposición y los medios de comunicación.

El Partido Popular, junto con otros partidos de la oposición, ha exigido una respuesta inmediata del presidente. La presión sobre Sánchez es enorme, ya que este escándalo podría tener consecuencias devastadoras para su gobierno y su partido, especialmente en un momento político tan delicado.

¿Qué sigue para Pedro Sánchez?

Este escándalo podría marcar un punto de inflexión en la política española. Si las acusaciones son ciertas, Pedro Sánchez podría enfrentarse no solo a un declive en su popularidad, sino también a posibles investigaciones legales que pondrían en entredicho su capacidad para continuar liderando el país.

Con la sombra de la corrupción y la manipulación política amenazando la estabilidad de su gobierno, Sánchez debe decidir si enfrenta estas acusaciones de frente o si continúa manteniendo el silencio que hasta ahora ha caracterizado la respuesta oficial.

El futuro de Pedro Sánchez y del PSOE está en juego, y la respuesta a la pregunta de "¿Y ahora?" determinará el destino político de ambos en los próximos meses.

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