Al Racing le va a tocar hoy trabajar, sacar el pico, la pala y toda su caja de herramientas para encontrar la manera de meter mano a un equipo verdaderamente sólido. Es difícil hincar el diente al Huesca y el conjunto cántabro va a buscar la manera de hacerlo para comprobar si es capaz de conseguir que la maquinaria no se detenga, que la música siga sonando y que la buena racha siga su curso. Juega en casa y eso a día de hoy, al contrario de lo que sucedía en la primera vuelta, parece una ventaja.

El conjunto cántabro tiene ante sí la oportunidad de encadenar una tercera victoria consecutiva. Sólo una vez más la ha tenido esta temporada, que fue cuando enlazó los triunfos ante el Levante (0- 1) y el Zaragoza (1-0). Este último fue el único que consiguió en Los Campos de Sport en la primera mitad del campeonato.

Quien lo evitó fue, precisamente, el Huesca en El Alcoraz con aquel empate a cero que, aún así, los entrenados entonces por Fernández Romo dieron por bueno. Son curiosas las casualidades que ofrece el fútbol. Es posible que el Racing diera también por bueno un reparto de puntos esta noche, pero no es el objetivo de partida que va a tener ninguno de los dos equipos. Menos aún el conjunto azulgrana, que quiere apurar sus opciones de meterse en la pelea por el playoff por mucho que lo tenga ciertamente complicado. Comenzó la jornada a diez puntos y esta es demasiada distancias para las alturas del campeonato en la que estamos.

Muchos partidos deberían ganar de aquí hasta el final para alcanzar su objetivo, pero los hombres de Cuco Ziganda lo van a intentar. Para eso les pagan. El partido es en El Sardinero y eso últimamente es una buena noticia para el Racing y una mala noticia para el Huesca. El conjunto cántabro suma tres victorias y un empate en sus últimas apariciones ante su público mientras que el oscense hace diez partidos que no gana como visitante. Si se mantiene fuera de peligro es por su fiabilidad en El Alcoraz, pero éste estará muy lejos esta noche. Y de eso ha de aprovecharse un equipo verdiblanco que debería comenzar por mostrar más hambre que un rival que es posible que

se haya quedado sin demasiados alicientes para terminar el curso de la mejor manera posible. Al Huesca no le van las cosas como habría querido pero es un rival incómodo, duro de pelar, que no brilla pero que sí camina con paso firme. No marca muchos goles pero tampoco le marcan demasiados. Quizá por eso el encuentro de la primera vuelta entre los dos contendientes que se verán las caras esta noche en Los Campos de Sport terminó cero a cero. Es poco probable que termine así esta noche porque, desde la llegada de José Alberto, se han animado los partidos del Racing. Rara vez deja su portería a cero pero también es muy extraño que se vaya sin marcar. No firma el conjunto cántabro el llamado ‘resultado gafas’ desde su visita a Leganés el 29 de octubre.

La última vez del Huesca fue el catorce de enero en Cartagena. Sus resultados, como suele suceder en esta categoría, son habitualmente cortos pero viene de marcarle tres goles al Levante la pasada semana. Eso levanta la moral de un muerto porque la dinámica del equipo valenciano era espectacular y se la cortó de un plumazo el conjunto maño. En el vestuario azulgrana lo han querido interpretar como un antes y un después, como un revulsivo que haga iniciar un tiempo nuevo en el que los hombres de Cuco Ziganda comiencen a mirar de nuevo hacia arriba. Es lo que ha de evitar el Racing. No es amigo José Alberto de tocar demasiado sus equipos iniciales pero hoy lo hará porque recupera a una pieza fundamental, como es la del capitán Íñigo.

Éste no pudo jugar en Málaga al estar sancionado por la roja que vio en el último partido disputado en El Sardinero. Es un tiempo que ha recuperado para dejar definitivamente atrás unas molestias en la rodilla que ni siquiera le estaban permitiendo dar lo mejor de sí. Es posible que su versión más depurada vuelva a partir de ahora y el técnico asturiano no piensa desaprovecharlo. La incógnita es conocer quién va a ser su compañero. De hecho, es quizá la única duda que pueda existir a escasas horas para que el colegiado decrete el inicio de la contienda. Las últimas veces en las que José Alberto ha tenido a sus medio centros disponibles ha elegido a Aldasoro y ha sacrificado a Juergen. Apostó claramente por centrocampistas con gran presencia sobre el verde y con capacidad para abarcar mucho terreno de juego. Se quería sentir poderoso sabiendo que equipos como el Villarreal B y el Andorra iban a acaparar la posesión. Hoy no pasará.

De hecho, hoy se va a medir el Racing a un rival que, como él, tampoco necesita el balón para sentirse a gusto. Es posible que deba llevar la iniciativa en varias fases del encuentro y ahí crece la figura del colombiano. Es la primera vez que el técnico ovetense va a tener a todos sus futbolistas a su disposición a excepción de Pablo Bobadilla, a quien no le queda demasiado para recibir el alta médica pero quien sabe que no va a jugar esta temporada, que se la va a pasar en blanco. No hay sancionado alguno y por fin salió de la enfermería Eneko Satrústegui, lo que quiere decir que va a haber más de un descarte en la convocatoria, que se conocerá en la mañana de hoy, tras la sesión de activación que complete la plantilla. Hace dos semanas fue Mantilla quien se quedó en la grada y el fin de semana pasado Cedric. Hoy podrían ser los dos u otros, pero comienza a estar caro hasta pasar el corte. Es lógico que uno de los sacrificados sea un punta porque el entrenador cuenta con muchos especialistas para un puesto en el que sólo juega uno. Baturina parece que se ha hecho con el sitio en el once habiendo sumado para su mochila un gol y dos asistencias. Donde puede o debería haber debate es en el nombre del jugador que le sustituye en las segundas partes, que está siendo Matheus. Y el brasileño no está bien o, por lo menos, ha rendido a un nivel pobre en sus dos últimas apariciones. Y para que la competencia interna tenga sentido, quizá habría que dar oportunidades a los que vienen apretando por abajo. Si es que aprietan, que José Alberto dice que sí. Quien es probable que salga a jugar con el mismo equipo que le marcó tres al Levante es el Huesca. Como para no.

Cuco Ziganda sabe que cuenta con la baja del lesionado Cristian Salvador y que Javi Martínez ha estado entre algodones toda la semana, pero eso no le condiciona a la hora de apostar por un equipo que tan bien lo hizo. De este modo, sería raro que tuvieran sus opciones alguno de los dos exracinguistas que en su momento dejaron huella en El Sardinero, como son Soko y Enzo Lombardo. Este último es incluso improbable que tenga minutos aunque no habría que descartar al africano en el segundo tiempo. De hecho, bueno sería verle porque eso querría decir que su equipo necesita una reacción. El encuentro es un lunes a las nueve de la noche. Es lo peor, pero es lo que mandan. Los que saben deben ver algo positivo en un horario que expulsa a los aficionados de las gradas. Da miedo pensar que es lo que quieren porque, obviamente, es improbable que haya un desplazamiento significativo de aficionados azulgrana mientras que muchos racinguistas tendrán que quedarse en casa porque la vida no les alcanza para acudir religiosamente a la cita.

Esta decisión del enemigo de poner el partido a esta hora ha hecho que el Racing haya rebajado cinco euros el precio de las entradas, lo que ha podido animar a alguno de los no habituales. Habrá que verlo, pero la capacidad de apretar de El Sardinero ha de ser, y está siendo, importante en esta trayectoria que viene marcando el conjunto cántabro en los últimos meses.