Comenzar la liga ante dos rivales potentes, de altura, de los que entran en todas las quinielas para jugar por el ascenso, tiene sus peligros, pero también sus ventajas. Los riesgos son obvios. En principio, son superiores y se corre el serio peligro de comenzar con dos derrotas consecutivas, algo de lo que después cuesta levantarse independientemente de la entidad de los contrincantes. Los beneficios, por su parte, están en cruzarse con ellos cuando aún no tienen cerradas sus plantillas y todavía no son equipos hechos. De ello se aprovechó el Racing ante el Eibar y de ello querrá aprovecharse esta tarde ante el Español.

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— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) August 19, 2023

Estas aparentes ventajas que tiene cruzarse contra los mejores nada más comenzar a caminar son mayores cuando, como es el caso del conjunto cántabro, el proyecto viene de atrás y el entrenador y buena parte de los jugadores mantienen aún la buena inercia con la que terminaron el curso pasado. Por eso el Racing se frota las manos ante su visita al campo del Español, que probablemente vaya a ser terreno vedado durante buena parte del campeonato. Hoy puede ser que no porque da la impresión de que el equipo barcelonés aún anda digiriendo el descenso de la primavera pasada.

Para el club barcelonés, estar en Segunda División es toda una rareza. Sólo lo ha estado en seis ocasiones y dos de ellas han sido en los tres últimos años. Es normal que haya preocupación aunque quizá no tanto que estén tardando tanto en reaccionar. Todo huele a crisis social y administrativa en el Español, que, para colmo, hoy no podrá dejar entrar a sus aficionados. El partido se disputará a puerta cerrada y eso siempre da un poco más de opciones al equipo visitante. Todo parece indicar que hoy era el mejor día para visitar Cornellá, que ya no se llama así pero así se volverá a llamar en un futuro, cuando se acabe el contrato con quien paga por poner el nombre ahora.

Al Español le han cerrado el campo por un episodio bochornoso que, al menos desde fuera, da la impresión de que debería haber tenido más castigo. Fue por culpa de aquella invasión de campo que quiso impedir que los jugadores del Barça celebraran el título liguero que acababan de conseguir. Éstos se tuvieron que marchar corriendo porque vieron peligrar su integridad. Lógico. No se puede permitir algo así pero la grada se ha cerrado un solo encuentro. Sólo el Racing se beneficiará de ello.

En verdad, el jugador prefiere jugar con el campo lleno que con el campo vacío. Uno se hace futbolista para ello. Pero, teniendo en cuenta que las cosas vienen dadas así, toca sacar partido de ellas. La pandemia demostró que hay más opciones visitantes jugando a puerta cerrada. Eso dotará al escenario de un ambiente aún más extraño del que se vive en el propio club. El equipo comenzó con un empate de última hora en el campo del Albacete la semana pasada que pareció tensionar algunos nervios que ya venían calientes debido a haber sido el único club de Primera y Segunda que, para entonces, no había hecho fichaje alguno.

Tampoco del entrenador. El nuevo director deportivo, que es Fran Garagarza, junto a quien trabajó Mikel Martija en el Eibar, ha depositado toda su confianza en Luis García, el exfutbolista que ya terminó la campaña pasada al frente del equipo. Tiene una segunda oportunidad y, a día de hoy, tiene prácticamente a los mismos futbolistas. Algunos se han ido pero se mantiene el bloque de Primera División, lo cual puede ser una garantía pero también un peligro. No es lo mismo ir de arriba a abajo que de abajo a arriba.

El Español se reforzó con el delantero Pere Milla esta semana. Llegó el primer fichaje. Aún así, no muchos más tiene el Racing, que hace un mes que no firma a nadie. Por ahora, sólo hay tres caras nuevas, de las cuales sólo una fue titular en el partido del pasado fin de semana y otra ha llegado a la cita con el gancho. Lago Junior ha sido víctima de un proceso vírico desde el pasado miércoles que deja debilitado a cualquiera. No está para demasiado aunque ha entrado en la convocatoria y ayer se ejercitó con aparente normalidad.

Con todo, era poco probable que José Alberto vaya a alterar el once inicial que goleó al Eibar por aquello de no tocar en exceso lo que funciona. Porque el Racing llega a la segunda jornada en moto, encima de una ola de la que no se quiere bajar. Tiene el ánimo por las nubes mientras que su rival tiene el ceño fruncido. Si es verdad que el fútbol es un estado de ánimo, el conjunto cántabro comenzará ganando 0-1.

El apartado de bajas es similar al de las últimas fechas, con Pombo y Dani Fernández en el dique seco y la incógnita de Lago Junior. Marco Camus tampoco está al cien por cien pero sí en el disparadero de salida, a punto de salir traspasado al filial del Valencia. También espera destino Juan Gutiérrez. No caben todos. Y no caben porque se esperan más en los últimos días de mercado. Porque el cierre llega y hay mucho por hacer. Se vienen fechas intensas también para un Español a quien el Racing quiere poner hoy un poco más nervioso.

“No tener público no beneficia a nadie”

Puede ser una ventaja para el Racing, pero a los profesionales les gusta tener aficionados en las gradas. En opinión de José Alberto, que ayer atendió a los medios antes de partir hacia Barcelona, “no tener público no beneficia a nadie”. “El partido nos recordará a la pandemia. La gente te hace tener ese punto de adrenalina y motivación extra y, sin ello, la gente puede relajarse”, explicó el entrenador verdiblanco. Éste confía en que no les pase a los suyos porque considera que, ahora mismo, sus jugadores “son bestias físicas actualmente”. “Con esto quiero decir que lo importante es la cabeza”, añadió. Y con el campo vacío se corre más peligro en este sentido. “Si el equipo tiene una mentalidad ganadora, fuerte y cree en lo que hace, juega mejor”, abundó. Sobre el Español, destaca que tiene “una plantilla de Primera, con jugadores con muchos partidos en la élite”. De este modo, tiene claro que deberán hacer un partido perfecto, hacer muchas cosas bien, incomodarles, porque como estén cómodos, son determinantes tanto a nivel individual como colectivo”.