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El Diario de Cantabria

RACING DE SANTANDER

Parera aguarda la llamada

El club todavía no se ha puesto en contacto con él para negociar la renovación de su contrato, que termina el próximo treinta de junio, por lo que en enero podría hacerlo con cualquiera

Fernández Romo durante el partido contra el Huesca.
Fernández Romo durante el partido contra el Huesca.
Parera aguarda la llamada

Miquel Parera termina contrato el próximo treinta de junio y no hace falta ser un lince, ser el más listo del panorama futbolístico nacional y tener el carné de director deportivo para intuir que se puede convertir en una pieza codiciada de mercado. Aunque en las últimas semanas no está teniendo demasiado trabajo debido al buen hacer defensivo del Racing, lo cierto es que en once jornadas ha demostrado ser un portero que da puntos, por lo que a buen seguro que su nombre estará escrito en la agenda de un buen número de profesionales que se dedican a levantar proyectos deportivos. Y Mikel Martija, el encargado de hacerlo en el club cántabro, a buen seguro que querrá retenerlo, por lo que bueno sería iniciar las negociaciones cuanto antes para que después no se adelanten otros.

Todo futbolista que termina contrato a final de temporada gana la libertad el uno de enero para negociar su futuro con quien sea sin estar faltando al club que le está pagando en este momento. De ahí que el objetivo del Racing pasaría por atar su renovación antes de esa fecha, para lo que quedan ya menos de dos meses y medio. Cada vez que en las últimas semanas Parera se ha puesto a disposición de los medios de comunicación en sala de prensa le han preguntado si había recibido ya alguna oferta que sirviera para abrir fuego y él, sin abundar tampoco demasiado porque quizá tampoco había con qué hacerlo, ha respondido con un escueto no. El último de ellos fue a finales de la semana pasada.

A Parera le fichó el Racing procedente del Mallorca, su club de toda la vida pero donde nunca le habían dado una verdadera oportunidad. Tras años en la sombra y como suplente, aceptó el reto que le propuso Fernández Romo, quien lanzó sobre él una apuesta arriesgada. Su primera opción había sido reclutar a Ramón Juan, a quien había tenido en el Cornellá. Logró traerse a Pol Moreno pero no pudo con el cancerbero porque recibió una oferta del Mirandés para jugar en Segunda División. Fue entonces cuando apuntó al menudo guardameta de Manacor, que incluso comenzó como suplente de Lucas Díaz. Sin embargo, apareció en la Copa Federación tras ocho titularidades consecutivas del gallego y ya nadie le bajó de ahí. Nadie le discutió. No había debate.

AUTOMÁTICO. El portero balear se comprometió por una sola temporada con el Racing pero su contrato se renovó automáticamente cuando sumó veintiún partidos defendiendo la portería verdiblanca. De esta manera, el contrato se alargó hasta el treinta de junio del 2023. El curso pasado dejó bien claro que tenía nivel para ser el portero de un equipo potente de la categoría de plata y en esta ocasión está confirmando lo mismo, pero un piso por encima, ya en categoría profesional, en Segunda División. Sobre todo, lo hizo durante el arranque del campeonato, justamente cuando peor estaba su equipo y más le necesitaba. El cancerbero manacorí firmó entonces enormes actuaciones que, por ejemplo, en Tenerife le salvaron de una goleada sonrojante que le podría haber hecho mucho daño a la moral. Una semana después, en Gijón, volvió a sacar de quicio a los atacantes poniendo la base a la primera victoria de los suyos.

En las últimas jornadas está teniendo menos protagonismo porque el equipo ha elevado considerablemente su nivel defensivo y prácticamente no concede opciones de gol. Con todo, siempre responde con acierto en las ocasiones en las que el rival llega a sus dominios. De hecho, es imposible no tener en cuenta a un portero cuando un equipo acumula seis porterías a cero en siete jornadas. Algo tendrá que ver él en semejante logro y el Racing lo valora así, por lo que en sus planes de futuro entra, como no podía ser de otra manera, Miquel Parera.

El portero siempre se ha mostrado a gusto en el Racing. Se siente querido, valorado y respetado y eso es mucho para un cancerbero al que le ha costado tanto asomar la cabeza. Él nunca ha cerrado la puerta a continuar pero está esperando que alguien se la abra y le llame. Y lo mejor sería que fuera antes de que llegue el mes de enero para que no se complique todo después. El curso pasado, por ejemplo, el club actuó tarde con Soko y cuando ya le presentó su primera oferta seria contaba con otras alternativas que le parecieron más golosas.

Con quien sí actuó con celeridad el curso pasado fue con Cedric, que en otoño ya renovó su contrato. Curiosamente, en los meses que siguieron a la firma del mismo fueron los peores para él, en los que se pasó un buen número de partidos sin ver portería. Sin embargo, en la segunda vuelta volvió la luz y acabó siendo una figura fundamental para el despegue definitivo del equipo. Este año, con quien el Racing tampoco se permitió esperar fue con Íñigo, su capitán, que, como Parera, también terminaba contrato el próximo treinta de junio. Esa fue la prioridad de la entidad verdiblanca una vez que tuviera perfilada la plantilla del presente curso y la operación se cerró a principios del mismo. Y Alfredo Pérez, Mikel Martija y Fernández Romo pueden respirar tranquilos porque, teniendo en cuenta el rendimiento que está mostrando el canterano, da la sensación de que en cada jornada que hubieran dejado pasar se podría haber complicado o, al menos, encarecido la maniobra. La aparición del de Ampuero en el fútbol profesional no ha podido ser más fulgurante.

Parera ya había jugado en Segunda División pero de manera anecdótica. Es ahora cuando verdaderamente se siente protagonista. En verano fichó el Racing a Jokin Ezkieta, que vino a pelearle el puesto, pero nunca ha habido debate. La pretemporada del guardameta procedente del Athletic no fue del todo buena mientras que el rendimiento de Parera parece siempre un valor seguro. Incluso da la sensación de que ha ido mejorando su actuación en los balones aéreos, que quizá fue su debe cuando llegó a Santander. Ahora también actúa con seguridad en esa faceta al igual que bajo palos y, sobre todo, en los mano a mano. Ya ha abortado unos cuantos en el presente campeonato y tocaría retenerle para poder seguir disfrutando de esos duelos ganados al anochecer.

Parera aguarda la llamada
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