La Ponferradina se va a presentar en Los Campos de Sport en un mal momento. No gana desde la sexta jornada y, desde entonces, ha acumulado tres empates y dos derrotas. Es decir, que en el tiempo en el que el Racing ha sumado ocho puntos, el equipo berciano ha sumado tres. Está claro que no está en una buena dinámica. Parece estar escribiendo una cuesta abajo que aún no ha tocado fondo mientras que su próximo rival, el conjunto cántabro, cotiza al alza. Lo malo es que eso no es garantía de nada. Es, incluso, al contrario. Así lo entienden en el vestuario verdiblanco porque lo han vivido, saben de lo que hablan. Quienes conviven en él se han visto hasta hace nada en una situación todavía peor y por eso son conscientes de que su rival del domingo aparecerá con más rabia y más fuerza que si la vida les sonriera. Por eso hay que estar preparado.

Eneko Satrústegui, uno de los pesos pesados de ese vestuario, no tiene dudas. Es consciente de que se van a medir a un contrincante «muy difícil». Y no lo dice de manera gratuita y porque tenga buenos jugadores, algo que se supone en un equipo bien asentado en Segunda División, sino, precisamente, y aunque parezca paradójico, porque «no viene de una racha buena». Eso hace pinar todas las orejas: «Lo hemos vivido y sabemos que eso lo va a hacer todo más difícil si cabe porque un equipo que viene de perder y perder, de no conseguir resultados positivos, está también más cerca de sacar algo bueno». Todo túnel tiene su boca de entrada pero también la de salida y, conforme se avanza, ésta está más cerca.

Más allá del aliciente moral, que el Racing, por su parte, también tendría en su mano ponerlo en contra de su rival si es capaz de ponerse por delante, ya que se multiplicaría su ansiedad,  advierte el defensor navarro de que la Ponferradina cuenta también «con buenos jugadores arriba, lo que le hace un equipo bastante peligroso». Habrá que estar atento. El conjunto cántabro está preparando con mimo el choque después de una semana con tres partidos que cargó las piernas pero que, por otro lado, también hace que la actual «se esté haciendo un poco larga porque sumas más entrenamientos». Con todo, hay algo que no cambia, que es afrontar el envite «con la misma exigencia de siempre» y con la firme intención de quedarse con los tres puntos.

De esta manera, el Racing se mostraría capaz de enlazar un segundo triunfo consecutivo en casa después de haber roto el hielo la semana pasada, cuando se estrenó y marcó el primer gol en Los Campos de Sport contra el Zaragoza. Para los jugadores verdiblancos sería importante porque ya venían disfrutando de una hinchada realizada «en los desplazamientos fuera de casa» pero tenían «ganas de, al menos, marcar un gol delante de la afición para devolver ese cariño que nos vienen mostrando porque allí donde vayamos hay gente de Cantabria». Lo consiguieron pero aún no han llegado a ninguna parte. Quieren «seguir esta dinámica» hasta conseguir que el Racing sea un equipo «fuerte en casa».

Para conseguirlo, bueno sería mantener la racha de porterías a cero, algo conseguido por el conjunto cántabro en seis de sus últimas siete apariciones. Satrústegui asegura que son bien conscientes «de la importancia de no encajar goles». Sobre todo, para los que forman la primera línea, ya que saben que «no encajar quiere decir que vas a sumar puntos». «Tenemos que seguir esa línea porque la verdad es que estamos contentos por el paso adelante que han dado ciertos jugadores y ciertas líneas aportando esa ayuda para conseguir, entre todos, un equipo más sólido», apunta el central reconvertido a lateral izquierdo. Éste, como «parte de esa línea defensiva», reconoce estar «especialmente contento por el hecho de no encajar goles». Es como la vara de medir que utiliza la retaguardia por mucho que los entrenadores e incluso los futbolistas insistan siempre en recordar que tanto la defensa como el ataque conciernen a todos, no sólo a los defensas lo primero y a los delanteros lo segundo.

Lo bueno es que el Racing no sólo ha dado un paso al frente en defensa cerrando la persiana que protege su portería, sino que también está siendo capaz de «generar ocasiones ante equipos grandes» como, por ejemplo, los que se cruzaron en su camino la semana pasada. «No sé si es por la confianza que hemos ido ganando por los puntos que hemos ido consiguiendo o por qué, pero estamos jugando sin complejos ante los grandes y eso es positivo», recalca. No puede el Racing tener complejos porque, de lo contrario, jugaría muy condicionado: «Nos vamos a encontrar frecuentemente a equipos con presupuestos mayores y por eso es importante hacerse respetar, algo que creo que estamos consiguiendo».