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El Diario de Cantabria

JORGE POMBO

Vuelta a casa sin medias tintas

Romo reconoció que en Tenerife fueron «superados individualmente en todo momento» por un equipo «superior» | Cuando tocaba hacer algo bien, lo hacíamos mal», lamentó | Ningún centro ni ningún córner iba al área»

Pombo posa junto al escudo del club antes de completar su primer entrenamiento como verdiblanco. / RRC
Pombo posa junto al escudo del club antes de completar su primer entrenamiento como verdiblanco. / RRC
Vuelta a casa sin medias tintas

Tan cierto como que el Racing mereció haber sumado puntos en los dos partidos que ha jugado en su campo es que no ha merecido nada cada vez que lo ha hecho a domicilio. Perdió en Granada y en Tenerife de manera justa y después de que el equipo rival diera muestras de clara superioridad. La excusa que puede encontrar el equipo pilotado por Fernández Romo es que, en ambos casos, se cruzó con dos equipos que van a aspirar al ascenso. El primero de ellos es un recién descendido de Primera y el segundo se quedó a un partido de ascender a la máxima categoría hace apenas tres meses. Sin embargo, no se puede quedar ahí porque el calendario le ha condenado a encadenar enfrentamientos contra rivales con grandes esperanzas y expectativas. Y son ya cuatro las derrotas acumuladas, por lo que la presión y las prisas van aumentando. Es cierto que la Segunda División es muy larga y que esto acaba de empezar pero también lo es que, conforme se suceden las derrotas, el tiempo de todo entrenador se acaba.

A Fernández Romo se le notó tocado durante la comparecencia de prensa posterior al partido de Granada, donde el Racing dio la cara en el primer tiempo pero se vio superado tras el descanso, cuando el equipo nazarí apretó el acelerador. En Tenerife no hubo que esperar tanto. El técnico verdiblanco y cualquiera que pudo ver el encuentro se marchó con la sensación de que estaban echando una carrera un tipo que iba en moto contra otro que iba en patinete. Fue una pugna desigual que pudo acabar en goleada y que terminó con un engañoso 1-0.

El técnico no se quiso aferrar al hecho de haber perdido por la mínima en un campo que va a ser complicado para todos ni a haber llegado vivo hasta el final porque, en el fondo, sabía que era mentira. De hecho, el equipo aún bajó más enteros tras el 1-0. No está teniendo capacidad de reacción el conjunto cántabro y cada vez la va a tener menos a no ser que consiga salir del agujero en el que está metido. Un inicio así, con cero puntos de doce posibles y sin haber marcado ni un solo gol en cuatro jornadas, suele generar una colección de dudas e inseguridades de las que después cuestan desprenderse.

«Hemos estado superados individualmente en todo momento». No se escondió el entrenador madrileño tras el partido de Tenerife. Sí reconoció que, con el cero a cero, los suyos incluso contaron con alguna ocasión para haberse adelantado en el marcador. La más clara quizá fue una buena acción individual de Íñigo Vicente, que fue la única que hizo trabajar al portero rival. Sin embargo, Fernández Romo se limitó a llamar a estos acercamientos «situaciones aisladas». Ni eso se concedió a sí mismo o a su equipo. «Estuvimos merced del Tenerife, que hizo un gran partido y que fue justo merecedor de la victoria», resumió.

El Racing ni siquiera fue un equipo reconocible, un equipo que, al menos, no concediera demasiado atrás y que se sintiera junto y seguro en defensa. El Tenerife entró por donde quiso con velocidad y aprovechando los espacios que se encontró entre las líneas verdiblancas, que dieron la impresión de no estar emplastadas como en otras citas. Fue así como se sucedieron los acercamientos del equipo isleño, que podrían haber servido para finiquitar el partido si no llega a ser por el acierto mostrado por Miquel Parera bajo palos, que hizo un partido tremendo.

Afirmó el técnico verdiblanco que, desde un principio, sabían que la adaptación a la categoría podía suponer un precio por la «exigencia» que se iban a encontrar desde el primer día, a la que había que hacer frente mientras ponían «bien a los jugadores», ya que muchos son recién llegados y en cada jornada ha debutado alguno. Y hay otro que está por hacerlo. Necesitaba liderar un proceso de «puesta a punto con el conocimiento necesario para que exista un equipo armónico que responda o que sea capaz de hacer más cosas». Eran conscientes de la necesidad de pasar por esa especie de purgatorio, pero el golpe parece que está siendo mayor del esperado.

En Tenerife se encontró el Racing con una sensación de inferioridad con la que parecía no contar. «Nos encontramos con un equipo superior a nosotros», apuntó. Y es una sensación que, como afirmó, no habían tenido en jornadas anteriores. «Otros días pudimos jugar con más o menos claridad a la hora de generar, pero el sábado tuvimos la sensación de que, cuando tocaba hacer algo bien, lo hacíamos mal», aseveró Fernández Romo sin complejo alguno. «Incluso en campo contrario, aunque llegáramos a línea de fondo, lo que nunca es fácil, después no éramos capaces de rematar y ningún centro nuestro ni ningún córner iba al área», añadió.

La esperanza de cambiar la situación se mantuvo porque el fútbol, como recordó el técnico verdiblanco, «es el único juego en el que uno puede meter un gol o ganar sin ni siquiera tirar a puerta». «Alguien que está siendo muy inferior, de repente puede marcar un gol y cambiarlo todo», apuntó. Sin embargo, no sucedió y ahora lo que queda es «analizar» lo sucedido para trabajar, a partir de ahí, con los jugadores. «No podemos andar cambiando todas las semanas, sino que hay que seguir analizando las cosas porque hay muchísimas que mejorar», explicó.

A todo este cúmulo de calamidades y limitaciones se sumó la expulsión de Germán. «Fue lo que nos faltaba. Una cosa más a sumar a la mala noche que tuvimos todos», apuntó. Sobre todo, lamentó porque va a conllevar una sanción de uno o, probablemente, al ser roja directa, dos semanas y eso le va a hacer frenar otra vez. «Lo que necesitamos son regularidades en los esfuerzos y ahora va a tener que parar», apuntó. De hecho, también venía de no jugar una semana antes contra el Oviedo aunque lo cierto es que el nivel que ha mostrado en los dos partidos en los que ha jugado tampoco le convierten en un imprescindible.

Al Racing le toca levantarse y pensar ya en el siguiente encuentro porque no tiene tiempo de lamentaciones. El próximo domingo le espera el Sporting en El Molinón. Será un segundo desplazamiento consecutivo ante un equipo que, como el Granada y el Tenerife, también quiere mirar hacia arriba. Y al conjunto cántabro no le queda otra que, al menos, no sentirse tan inferior. Toca encontrar la manera de hacerlo. Fernández Romo ya tendrá a su plantilla al completo una vez que se sume a los entrenamientos de esta semana Jorge Pombo y el objetivo no será otro que impedir la posibilidad de presentarse en Los Campos de Sport el próximo día 18 contra Las Palmas con cinco derrotas consecutivas. Eso sería peligroso.

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