Las zonas más afectadas podrían ser Noja, Santoña, Colindres, El Astillero, San Vicente de la Barquera y el aeropuerto Seve Ballesteros.

La costa de Cantabria se encuentra en estado de alerta ante la llegada de un episodio de mareas astronómicas de gran amplitud, que podrían causar un aumento significativo del nivel del mar y generar inundaciones en diversas localidades de la región. El momento más crítico se espera para las 18:15 horas de hoy, cuando la marea alcanzará una altura de 5,27 metros, según las previsiones meteorológicas.

Este fenómeno, impulsado por la alineación astronómica entre la Tierra, la Luna y el Sol, no es inusual, pero en este caso particular se prevé que las mareas alcancen niveles más altos de lo habitual. Las autoridades han indicado que las áreas más vulnerables a este aumento del nivel del mar son las localidades de Noja, Santoña, Colindres, El Astillero, San Vicente de la Barquera y las inmediaciones del aeropuerto Seve Ballesteros.

Zonas en riesgo y medidas de prevención

El Gobierno de Cantabria ha emitido un comunicado en el que se alerta a la población sobre el riesgo que presentan estas mareas para las áreas bajas y cercanas a la costa. Según los estudios realizados, se espera que las localidades mencionadas, que ya han sido afectadas por mareas vivas y temporales en años anteriores, vuelvan a sufrir el impacto de este fenómeno natural.

Durante las mareas vivas que se produjeron en los meses de septiembre de 2023 y marzo de 2024, varias zonas costeras de Cantabria experimentaron graves inundaciones que afectaron a calles, garajes, locales comerciales y viviendas cercanas al mar. En estas ocasiones, el agua anegó varias áreas, lo que obligó a las autoridades a implementar medidas de emergencia para minimizar los daños. La experiencia pasada ha permitido preparar a las autoridades para actuar de forma rápida ante estos episodios, pero se insta a la población a extremar las precauciones y a mantenerse informada sobre las recomendaciones oficiales.

Entre las medidas preventivas, se han activado planes de contingencia y equipos de emergencia para monitorizar las zonas de riesgo. Las autoridades han recomendado a los residentes cercanos a la costa que aseguren sus propiedades y eviten desplazarse a áreas inundables. Además, se han restringido los accesos a algunas playas y zonas costeras para evitar riesgos innecesarios, mientras se mantiene una vigilancia constante sobre la evolución de las mareas.

Impacto previsto en áreas turísticas y costeras

Entre las localidades más expuestas al impacto de estas mareas se encuentra Noja, una zona turística muy conocida por sus extensas playas como la de Trengandín, que ya ha mostrado imágenes impresionantes del estado actual de las mareas. Este espectáculo natural, que suele atraer a residentes y turistas, ha sido motivo de admiración, aunque las autoridades recuerdan que la situación debe tomarse con precaución, ya que las mareas pueden convertirse en peligrosas.

Además, lugares como Santoña y San Vicente de la Barquera, donde el turismo y la actividad pesquera son parte fundamental de la economía local, también están en alerta ante posibles inundaciones. En estas localidades, la subida del nivel del mar puede afectar gravemente las infraestructuras portuarias y las zonas comerciales cercanas al agua. El impacto de las mareas no solo puede ocasionar daños materiales, sino también interrumpir temporalmente las actividades económicas en estas áreas.

Las mareas astronómicas: un fenómeno natural imponente

Las mareas astronómicas son un fenómeno natural causado por la atracción gravitacional que ejercen la Luna y el Sol sobre la Tierra. Estas fuerzas, que actúan de manera periódica, generan fluctuaciones en el nivel del mar conocidas como mareas. Sin embargo, en ciertos momentos del año, cuando los cuerpos celestes se alinean, estas mareas pueden alcanzar alturas mayores, como es el caso de las mareas vivas.

En Cantabria, estas mareas suelen generar un espectáculo natural que atrae a numerosos observadores, pero también pueden tener efectos devastadores si coinciden con otros fenómenos meteorológicos, como fuertes vientos o tormentas. En este caso, las condiciones de la marea se ven exacerbadas por la combinación de factores astronómicos y climáticos, lo que aumenta el riesgo de inundaciones en las zonas bajas y costeras.

Las autoridades han destacado que, si bien estas mareas forman parte del ciclo natural de las costas, los cambios climáticos y las variaciones en el comportamiento de los océanos han incrementado la frecuencia y la magnitud de estos fenómenos, lo que supone un desafío creciente para las localidades costeras.