El Ayuntamiento de Santander ha anunciado que abrirá una consulta pública para que los santanderinos y propietarios de mascotas decidan dónde se ubicará la nueva zona para perros en las playas de la ciudad. Esta iniciativa responde al nuevo contrato de limpieza y mantenimiento de las 13 playas de la capital, que contempla acotar un espacio específico para perros, aunque aún no se ha definido en cuál de las playas se habilitará.

La concejal de Medio Ambiente, Margarita Rojo, ha anunciado la apertura de esta consulta durante el Pleno municipal de este jueves. La decisión se produjo en el contexto del debate de una moción del PSOE sobre la Playa de San Martín, que fue finalmente rechazada.

El equipo de Gobierno del PP ha decidido que «lo más oportuno es que sean los dueños de las mascotas» quienes decidan dónde se debe ubicar la zona para perros. Margarita Rojo explicó en el Pleno que esta medida permitirá a los propietarios de mascotas tener voz en la decisión sobre el mejor lugar para habilitar esta zona en las playas de Santander.

Durante el debate, Rojo señaló que «no vamos a ser ninguno de los concejales quien decida dónde», subrayando la importancia de la participación ciudadana en esta decisión. Este anuncio se hizo mientras se discutía la moción presentada por el PSOE, que proponía incluir la Playa de San Martín en el catálogo de playas y declararla ‘pet friendly’. Felipe Piña, del PRC, y Margarita Rojo indicaron que la decisión sobre la ubicación de la zona para perros no debe ser impuesta por los concejales, sino decidida por los ciudadanos a través de la consulta pública.

CRITICAS AL GOBIERNO CENTRAL

 Durante el debate, Margarita Rojo también criticó al Gobierno central y a la Demarcación de Costas por el «pésimo trato» que, según ella, están dando a las playas de Santander. Acusó al gobierno de Pedro Sánchez de abandono, afirmando que «no hace nada de nada» para abordar los problemas de erosión y pérdida de arena en playas como Peligros y La Magdalena.

Rojo sugirió que la moción del PSOE podría ser un intento de «tapar la vergüenza» por la falta de acción del Gobierno central en el mantenimiento de las playas de Santander. Este comentario provocó una reacción de defensa por parte del portavoz socialista, quien insistió en la necesidad de oficializar el uso de la Playa de San Martín para los perros, en lugar de simplemente criticar la gestión actual.