Este reconocimiento internacional no solo destaca su imponente belleza natural, sino también su enorme valor ecológico y su rica biodiversidad. Este parque, uno de los más antiguos de España, combina imponentes paisajes montañosos, exuberantes bosques y fauna salvaje, consolidándose como un referente para los amantes de la naturaleza, el senderismo y la escalada.

Un parque con historia y biodiversidad única

El Parque Nacional de los Picos de Europa fue declarado parque nacional en 1918, siendo uno de los primeros espacios naturales protegidos de España. Desde entonces, se ha consolidado como un importante símbolo de la conservación de la naturaleza y como un destino privilegiado para aquellos que buscan disfrutar de paisajes impactantes y ecosistemas bien preservados.

Este parque nacional se extiende a lo largo de más de 67.000 hectáreas y se caracteriza por su gran diversidad de paisajes y su singularidad geológica. Las montañas de los Picos de Europa, con sus picos escarpados y profundos desfiladeros, están formadas por impresionantes formaciones rocosas de origen kárstico, que han sido moldeadas por la erosión y la acción de los glaciares a lo largo de millones de años. En este entorno montañoso, se encuentran cimas emblemáticas como el Picu Urriellu (también conocido como Naranjo de Bulnes), que se eleva a 2.519 metros de altitud. Este majestuoso pico es considerado uno de los más icónicos para los escaladores de toda Europa.

Además de sus paisajes montañosos, los Picos de Europa albergan una gran variedad de ecosistemas que incluyen hayedos, robledales y otros tipos de bosques atlánticos, lo que contribuye a la diversidad de la flora del parque. Aquí, los visitantes pueden descubrir especies vegetales tanto autóctonas como endémicas, que encuentran en estos parajes un refugio perfecto.

En cuanto a la fauna, el parque es hogar de algunas de las especies más emblemáticas de la fauna ibérica. Entre ellas destacan el oso pardo, que habita en las zonas más remotas del parque, el lobo ibérico, una especie protegida que recorre los montes en busca de presas, y el gato montés, un animal solitario y difícil de avistar. Además, en las alturas del parque, es común observar aves rapaces como el águila real y el buitre leonado, que sobrevuela los acantilados en busca de carroña.

Un destino preferido para los amantes de la naturaleza y la aventura

El Parque Nacional de los Picos de Europa es un destino ideal para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Las actividades al aire libre son uno de los principales atractivos del parque, ya que cuenta con una amplia red de senderos y rutas de montaña que permiten a los visitantes explorar sus rincones más espectaculares.

Una de las rutas más conocidas y populares es la Ruta del Cares, un impresionante sendero que sigue el curso del río Cares a través de un estrecho desfiladero. Esta caminata, que se extiende a lo largo de 12 kilómetros entre las localidades de Caín (León) y Poncebos (Asturias), ofrece vistas espectaculares de los acantilados y gargantas que lo rodean. Es un itinerario apto para excursionistas de todos los niveles y es considerada una de las rutas de senderismo más impresionantes de España.

Para los más aventureros, el Picu Urriellu, también conocido como Naranjo de Bulnes, es un verdadero desafío. Con una altitud de 2.519 metros, esta montaña de roca caliza es uno de los picos más icónicos de la cordillera y un destino codiciado por escaladores de todo el mundo. Su cara oeste, una de las más verticales de los Picos de Europa, es una prueba de habilidad y resistencia para los escaladores más experimentados. Alcanzar la cima de este pico es una experiencia única que recompensa a los más atrevidos con impresionantes vistas panorámicas de todo el parque.

Pero no solo los senderistas y escaladores encuentran aquí su paraíso. También es posible realizar rutas a caballo, practicar ciclismo de montaña y disfrutar de otras actividades como la observación de fauna y flora. Los Lagos de Covadonga, situados en el corazón del parque, son otro de los grandes atractivos de la zona. Estos lagos glaciares, rodeados de verdes praderas y montañas, ofrecen un paisaje idílico que se convierte en uno de los puntos más visitados del parque. Además, en los alrededores de Covadonga, se encuentra el famoso Santuario de Covadonga, un lugar de gran importancia histórica y espiritual para los cántabros.