Las playas de Cantabria y otras zonas del norte de España están en alerta por la creciente presencia de carabelas portuguesas (Physalia physalis). Este organismo marino, conocido por su veneno letal y sus tentáculos de hasta 20 metros, está causando preocupación a medida que avanza el verano. Cantabria, Asturias, País Vasco, y las costas de Tarragona y Cádiz han comenzado a reportar avistamientos y picaduras, revelando una nueva amenaza en la temporada playera.

Las carabelas portuguesas han hecho su aparición en la costa cántabra con una proliferación que ha tomado por sorpresa a residentes y turistas. Desde principios de mes, más de mil ejemplares han sido localizados en las playas de Cantabria, y se han registrado al menos 50 picaduras. Aunque los servicios de emergencia han emitido advertencias y recomendaciones de precaución, aún no se ha prohibido el baño, lo que refleja la seriedad del problema sin llegar al extremo de cerrar playas.

El aumento de carabelas portuguesas: Causas y consecuencias

El aumento de temperaturas marinas y la disminución de depredadores naturales como las tortugas marinas están facilitando la proliferación de estas falsas medusas. Este fenómeno no es aislado, sino una tendencia creciente que está vinculada al calentamiento global. Las carabelas portuguesas, que históricamente se encontraban en aguas del océano Atlántico, están extendiendo su presencia hacia el Mediterráneo y el golfo de Cádiz.

Su presencia en las costas del norte peninsular, donde la temperatura del mar ha aumentado en los últimos años, subraya el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos. Las carabelas, con sus tentáculos armados de veneno, están adaptándose a estas nuevas condiciones, desplazando a otras especies y alterando el equilibrio ecológico.

Playas afectadas en Cantabria: ¿Dónde se han avistado?

Las playas de Laredo, Santoña, Noja, y San Vicente de la Barquera han sido testigos de la invasión de carabelas portuguesas. Particularmente, la playa de Ostende en Castro Urdiales se ha convertido en un punto crítico tras una notable presencia en el año anterior. Los socorristas han intensificado sus actividades de vigilancia y ha distribuido señales de advertencia para informar a los bañistas sobre la presencia de estas criaturas.

La situación en Castro Urdiales es especialmente preocupante, ya que la playa de Ostende ha visto un incremento en los avistamientos de carabelas, remarcando una tendencia alarmante. Los turistas y residentes deben estar informados sobre las medidas de seguridad para minimizar el riesgo de picaduras.

Precauciones y tratamiento en caso de picadura

El veneno de las carabelas portuguesas puede provocar efectos graves, desde picazón y escozor hasta dolores intensos, náuseas, y en casos extremos, la muerte. Para manejar una picadura, es crucial seguir estos pasos:

1. Evitar el contacto directo con los tentáculos restantes. A menudo, estos tentáculos pueden quedar atrapados en la piel y seguir liberando veneno incluso después de que el organismo marino haya sido retirado.
2. Lavar la zona afectada con alcohol o agua salada. La agua dulce no debe utilizarse, ya que puede desencadenar una liberación adicional de veneno.
3. Aplicar agua caliente en la zona afectada. El calor ayuda a desactivar las toxinas y proporciona alivio del dolor. No se debe utilizar hielo, ya que puede agravar los síntomas.
4. Consultar a un médico inmediatamente si los síntomas son severos o si la picadura afecta a niños o personas con problemas de salud. En casos graves, el veneno puede causar reacciones alérgicas severas o problemas respiratorios.

Prevención y medidas de seguridad en las playas

Para protegerse de las picaduras de carabela portuguesa, las autoridades locales están implementando diversas medidas de seguridad. Se recomienda a los bañistas seguir las señales de advertencia en las playas, evitar nadar en zonas donde se hayan avistado carabelas, y prestar atención a los informes de las autoridades de salud y socorristas.

Las playas están equipadas con kits de primeros auxilios para tratar las picaduras de manera inmediata, y el personal de Cruz Roja está ofreciendo charlas informativas para educar a los visitantes sobre los riesgos asociados con las carabelas portuguesas. La colaboración de los ciudadanos y turistas es esencial para mantener la seguridad en las playas y reducir el impacto de estos organismos marinos.