En una operación conjunta entre la Guardia Civil de Cantabria y Madrid, denominada "Boring," se ha logrado la detención de un grupo criminal especializado en alunizajes en establecimientos hosteleros y gasolineras. Estos delincuentes, responsables de siete actos delictivos en una sola noche, han sido puestos tras las rejas, marcando un importante avance en la lucha contra el crimen en la región.

La noche del 31 de julio al 1 de agosto, las localidades de Reocín, Liaño de Villaescusa, Miengo, Entrambasaguas y Pomaluengo vivieron una serie de alunizajes en restaurantes y estaciones de servicio que causaron significativos daños materiales. En tres de los casos, los delincuentes lograron consumar los robos con éxito, mientras que en otros dos, quedaron en grado de tentativa.

Además, esa misma noche, intentaron perpetrar otro robo en una estación de servicio en Pesués, utilizando una maza en lugar del método tradicional del alunizaje.

La investigación que siguió a estos eventos reveló el uso de una misma furgoneta en todos los casos, la cual había sido robada en Sierrapando-Torrelavega la noche del 31 de julio. Los objetivos de estos asaltos eran tanto recaudar efectivo de los establecimientos violentados como robar otros objetos que pudieran ser vendidos fuera de los canales legales.

La Guardia Civil determinó que se trataba de un grupo criminal bien organizado, con roles específicos para cada uno de sus miembros. Dos de ellos ejecutaban los robos mientras que el tercero desempeñaba el papel de vigilante. Para dificultar su identificación, empleaban métodos de ocultación y contaban con un vehículo lanzadera para alertar sobre la presencia de las patrullas policiales.

Finalmente, la identificación de los presuntos autores llevó a su detención, con dos de ellos arrestados en Cantabria y uno en Madrid. La operación "Boring" ha demostrado el compromiso de las autoridades en la lucha contra el crimen organizado en la región.