En un mundo donde la búsqueda de la felicidad se erige como uno de los principales anhelos, surge la necesidad de abordar este tema desde una perspectiva respaldada por la investigación científica. La doctora en Psicología clínica y de la salud, Silvia Álava, en su obra "¿Por qué no soy feliz?" (HarperCollins), ofrece una guía fundamentada en evidencia para alcanzar un estado de mayor bienestar emocional.

Álava, quien se desempeña como psicóloga sanitaria y educativa, especializada en Psicoterapia, profesora universitaria y divulgadora científica, resalta la importancia de valorar las pequeñas cosas de la vida y de emprender acciones proactivas para cultivar la felicidad. En sus propias palabras, afirma: "Hoy más que nunca, disfrutemos de las pequeñas cosas que nos proporciona la vida y trabajemos cada día, de forma proactiva, por incrementar nuestra felicidad. Para aumentar nuestra felicidad debemos pasar a la acción".

Uno de los pilares fundamentales que destaca la autora es la importancia de pasar tiempo con amigos o familiares. Según sus investigaciones, la calidad de nuestras relaciones sociales es un predictor clave de la felicidad, según publica The Objective. Como ella misma explica: "Si tuviera que predecir tu felicidad y solo pudiera saber una cosa de ti, no me interesaría conocer tu sexo, religión o ingresos. Querría saber sobre tu red social: amigos, compañeros de trabajo, familiares… y la solidez de tus lazos con ellos".

Otro aspecto relevante es el hábito de llevar un 'diario de gratitud', donde se registren las cosas por las que estamos agradecidos. Álava destaca que esta práctica no solo aumenta la satisfacción general, sino que también contribuye a una actitud más positiva antes de dormir.

Además, enfatiza la importancia de trabajar por una causa mayor y de realizar actos altruistas. Según sus investigaciones, tener un propósito en la vida y ayudar a los demás son aspectos fundamentales para cultivar la felicidad.

Asimismo, recomienda enviar mensajes positivos y practicar 30 minutos de ejercicio al día, ambos asociados con un aumento en las emociones positivas y una mejora en el bienestar físico y mental.

La autora también resalta la relevancia de dar las gracias y de tener ilusiones, señalando que la gratitud y la capacidad de encontrar placer en las experiencias cotidianas son clave para una vida más plena.

Por último, destaca la importancia de reforzar nuestras virtudes, reconociendo y utilizando nuestras fortalezas personales como un camino hacia el positivismo y la realización personal.