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86.148 razones para querer “un montón”

Jose F. Sánchez

86.148 razones para querer “un montón”

Jose F. Sánchez

Madrid, 22 dic (EFE).- Las restricciones sanitarias, protagonistas en el Teatro Real durante el sorteo de la lotería de Navidad de este miércoles, no han impedido que las aproximadamente 200 personas “salpicadas” por el patio de butacas hayan jaleado los premios entonados por los niños de San Ildefonso, especialmente el Gordo, el 86.148.

Lo han cantado a las 12.12 horas Paula y Yanisse. Mientras enseñaban las bolas de la fortuna a los miembros del jurado con lágrimas en los ojos, la primera no ha podido reprimir la emoción del momento. “Te quiero un montón”, le ha dicho a su amiga y compañera.

Ambas ya forman parte de un premio que con toda seguridad ha viajado en tren por toda la geografía española, ya que la mayor parte de las series de este número se han vendido en una administración de la madrileña estación de Atocha.

ILUSIÓN EN LAS BUTACAS

Pese al imparable avance de la sexta ola de contagios de coronavirus, el público ha vuelto a dar color al sorteo -con un aforo del 50 por ciento- tras el cierre de puertas en la edición del pasado 2020.

Las sonrisas se han dibujado a lo largo de la mañana tras las mascarillas de los asistentes, quienes como de costumbre también han exhibido sus mejores galas, navideñas y de otro tipo, atrayendo los focos de las cámaras de televisión, ubicadas en los engalanados palcos del teatro.

El sorteo, que más allá de las precauciones pandémicas ha transcurrido con normalidad, inaugura unas fiestas navideñas que estarán marcadas por la sexta ola de contagios de coronavirus, pero eso no privará a los agraciados de descorchar la botella de champán.

Con la ilusión de siempre, las bolas y bombos de siempre y las voces de los niños de San Ildefonso de siempre, la celebración del sorteo ha demostrado que el espíritu propio de estas fechas brota ahora con la máxima fuerza, la misma que han sentido los miles de españoles confinados que han seguido la lotería desde sus casas.

HISTORIAS EN LA COLA

Otros han tenido la fortuna de poder acceder al patio de butacas del Teatro Real con sus décimos en mano, no sin habérselo ganado tras una o varias noches soportando el frío de la entrada del invierno en Madrid, además de alguna que otra gota a primera hora de la mañana.

Soñando con celebrar un “pellizco” en directo, Rafael, llegado desde Sevilla y ataviado con la indumentaria de su Betis, contaba a Efe en la cola de entrada, donde aguardaba desde las dos de la madrugada, que había pedido “algo de suerte” a la Virgen de la Almudena.

Con la juerga aún en el cuerpo, un joven de Benavente (Zamora) pedía que el Gordo cayese en su localidad. Se ha sumado a última hora a la cola tras “muchas noches sin dormir” porque en Madrid “es complicado”.

LOS LOTEROS PROTESTAN

El Gordo para los loteros ha sido el aumento de las ventas de lotería de Navidad, que han recaudado unos 3.100 millones de euros, una cantidad similar a la registrada en 2019 y que supera en un 15 por ciento a la del año pasado.

Sin embargo, decenas de trabajadores de las administraciones de lotería se han concentrado cuando daban las nueve en punto de la mañana a las puertas del Teatro Real para reclamar “comisiones justas” por los décimos del sorteo navideño, las cuales, según denuncian, están “congeladas” desde hace 17 años. EFE

jfs/slp/mcm

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