Kabul, 21 ene (EFE).- La organización Amnistía Internacional (AI) pidió este viernes que los talibanes investiguen el aparente secuestro de Alia Azizi, una funcionaria de alto rango en la prisión de mujeres de Herat, en el oeste de Afganistán, que desapareció hace más de tres meses después de acudir a trabajar.

La mujer, miembro de la atacada minoría chií hazara, salió de su casa el pasado 2 de octubre para presentarse a su puesto de trabajo y desde entonces permanece en paradero desconocido, pese a las súplicas de la familia a los talibanes para que investiguen el caso, informó AI en un comunicado.

"Han pasado más de tres meses desde que Alia Azizi desapareció y su familia aún desconoce por completo su paradero. Su aparente secuestro tiene lugar en el contexto de la detención ilegal por parte de los talibanes de miembros del gobierno anterior, periodistas y una variedad de críticos en todo el país", dijo Zaman Sultani, investigador de AI para el Sur de Asia.

Azizi recibió una carta de amnistía por parte de los talibanes, en la que se le garantizaba su seguridad el mismo día que los islamistas se hicieron con el control de Herat y nueve días después de la caída de Kabul a mediados de agosto, volvió a trabajar, según informó a la organización su hermano, Mohammad Nazir Arefi.

La única información que han recibido sobre ella desde su desaparición es que no está detenida por los talibanes. Su teléfono móvil está apagado y la última conversación la tuvo con el jefe de los islamistas de la prisión de Herat.

Sultani considera que los talibanes "deben tomar medidas inmediatas para llevar a cabo una investigación exhaustiva, imparcial e independiente sobre este y otros casos de desaparición forzada", además de brindar respuestas a las familias de los desaparecidos y responsabilizar a quienes cometen "crímenes de derecho internacional y otras violaciones graves de derechos humanos".

El escrito también denunció que los talibanes intentaron silenciar el pasado domingo una protesta que pedía la liberación de Azizi mediante dispositivos eléctricos y sustancias químicas como gas pimienta, "que causaron a las manifestantes irritación severa de la piel y los ojos".

"Es bastante evidente que las promesas hechas por los talibanes, en particular a las mujeres y niñas afganas, se están incumpliendo, y se ignoran por completo sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos", remarcó Sultani.

El investigador concluyó en este sentido que los islamistas "deben poner fin de inmediato al uso de la fuerza ilegal contra quienes ejercen su derecho de reunión pacífica". EFE

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