Vilna, 21 ene (EFE).- La crisis migratoria a lo largo de la frontera de la UE con Bielorrusia se ha desescalado y el líder bielorruso, Aleksándr Lukashenko, parece haber perdido interés en usar migrantes como instrumento de chantaje, declaró este viernes en Vilna la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson.

La comisaria declaró en una conferencia convocada en la capital de Lituania por los ministros de Interior de ese país, Polonia, Austria y Grecia que los controles de fronteras únicamente no pueden resolver el problema de la inmigración irregular cuando esta se utiliza como arma política.

Los participantes abordaron la necesidad de que la Unión Europea (UE) apoye financieramente la construcción de barreras para desincentivar los cruces ilegales.

La comisaria dijo que es necesario tomar medidas para que los países emisores desincentiven la migración y firmen acuerdos de repatriación, así como aumentar los medios de los esfuerzos europeos de aplicación de la ley para impedir el tráfico de personas y las redes que negocian para facilitar la migración ilegal.

Johansson dijo que una muestra del fracaso de Lukashenko y de los esfuerzos coordinados de la UE es la repatriación de unos cinco mil migrantes que habían sido atraídos al país por el líder bielorruso y animados a cruzar sus fronteras hacia Polonia, Letonia y Lituania.

Sin embargo, la comisaria europea advirtió de que podrían producirse nuevos flujos de peticionarios de asilo en las fronteras exteriores de la UE si las tensiones entre Rusia y Ucrania se transforman en un conflicto militar abierto. EFE

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