Paula Fernández

Lisboa, 23 dic (EFE).- Los comunistas portugueses no se arrepienten de la alianza de izquierdas conocida como "geringonça" y, pese al divorcio que supuso el rechazo del último Presupuesto, no cierran la puerta a nuevos entendimientos con los socialistas tras las elecciones del 30 de enero.

"Nunca desperdiciaremos ninguna oportunidad para contribuir a resolver los problemas del país", asegura, en una entrevista con EFE, João Ferreira, miembro de la Comisión Política del Partido Comunista Portugués (PCP) y frecuentemente apuntado en Portugal como su futuro líder.

El PCP fue uno de los socios de izquierda que, con un apoyo parlamentario plasmado por escrito, permitieron gobernar al socialista António Costa desde 2015.

En 2019, cuando Costa se quedó a ocho diputados de la mayoría absoluta, decidió prescindir de ese acuerdo escrito y negociar medida a medida, estrategia que murió el pasado octubre cuando sus antiguos socios votaron en contra del Presupuesto y se convocaron elecciones.

Fue la primera vez que el PCP rechazó un Presupuesto desde 2015 -sin contar el complementario de 2020 por la pandemia-, pero a pesar de ello el partido está disponible para buscar fórmulas de entenderse con los socialistas para "resolver los problemas" de Portugal.

"Con la fuerza que tengamos en estas elecciones lucharemos por ello", garantiza Ferreira, de 42 años, señalado como futuro sucesor del actual secretario general, Jerónimo de Sousa, aunque insiste en que es un asunto que ahora mismo no se pone sobre la mesa.

SIN ARREPENTIMIENTOS

Los comunistas no se arrepienten de la "geringonça" porque sirvió para conseguir conquistas como mejoras salariales y de pensiones (aunque "insuficientes", matiza Ferreira), avances sociales y una mejora de la financiación de los servicios públicos.

"Sabemos que no habrían existido si no hubiese sido por el PCP", insiste, pero reconoce que desde 2019 "hubo un retroceso" en esos compromisos.

Este año el divorcio se confirmó.

Ferreira acusa de "total indisponibilidad" a los socialistas para trabajar sobre algunas de sus propuestas, como cuestiones laborales, mejoras salariales -querían el mínimo en 850 euros, Costa lo ha dejado en 705- o establecer un régimen de exclusividad para los sanitarios en la pública para evitar que terminasen en la privada.

El PS "tomó una decisión": ir a las urnas. "Entendió que estaría en mejores condiciones ahora que dentro de uno o dos años para ir a elecciones", defiende el comunista, que acusa al partido de Costa de asumir una "estrategia de victimización" para responsabilizar a sus antiguos socios de la caída del Presupuesto.

También de querer recuperar "ciertos aspectos de la política de derecha", con la formación de un "Bloco Central" con el Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha). Este objetivo "es visible a partir del posicionamiento público de varios de sus dirigentes", entre ellos Costa, afirma Ferreira.

Aun así, no renuncian a volver a entenderse con los socialistas si surge la oportunidad, siempre que se dé respuesta a cuestiones que los comunistas consideran "urgentes", como los salarios y la estabilidad laboral, la sanidad y la educación públicas, la vivienda o la justicia fiscal.

CAÍDA ELECTORAL

Los comunistas han asistido a una caída en las urnas en los últimos años. En las legislativas de 2019 sacaron 10 diputados, cinco menos que en las anteriores, y en los comicios más recientes, las municipales de septiembre, también perdieron votos.

Para el próximo enero, los sondeos atribuyen al PCP y a Los Verdes, con quien se presentan tradicionalmente en coalición, cerca del 5 % de las intenciones de voto, por debajo del 6,3 % de 2019.

"Los sondeos se equivocan muchas veces", recuerda Ferreira -lo hicieron en las últimas municipales-, que no obstante refiere que el PCP, que este año celebró su centenario, ya tuvo que encarar condiciones difíciles en el pasado.

"No son las dificultades que podamos enfrentar coyunturalmente lo que nos va a desanimar", insiste el comunista.

En los últimos años han entrado nuevos actores políticos en escena, pero no cree que el voto del descontento que atrae el PCP haya pasado al otro lado del espectro político, al ultraderechista Chega, a quien las encuestas sitúan ya por encima de los comunistas.

"Su adhesión electoral resulta fundamentalmente de una recomposición en el campo de la derecha", dice Ferreira, que defiende que tanto Chega como otra nueva formación, Iniciativa Liberal, "nacieron" de los partidos tradicionales de la derecha.

"Vamos a esta batalla electoral con confianza en que, enfrentando las dificultades, podemos obtener un resultado que refuerce nuestra posición", sentencia. EFE

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