Lagos, 10 feb (EFE).- El Ejército de Nigeria informó este jueves de que mató a 120 terroristas yihadistas en varias operaciones efectuadas durante las últimas tres semanas en el noreste del país, donde opera el grupo Boko Haram y su facción, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP).

En un comunicado, el portavoz del Ejército, el general de división Bernard Onyeuko, indicó que las operaciones se llevaron a cabo entre el 20 de enero y el 10 de febrero de 2022.

"En conjunto, las tropas durante el período bajo revisión neutralizaron a 120 combatientes", señaló Onyeuko, al precisar que los soldados asimismo "arrestaron a 50 terroristas".

Los fallecidos, puntualizó, incluyen a dirigentes de grupos terroristas y mercenarios extranjeros que fabrican explosivos para los yihadistas.

Onyeuko apuntó que, entre los terroristas muertos, figuran también 25 que se ahogaron en un lago mientras intentaban escapar de un bombardeo militar.

"Además, las tropas rescataron a 25 civiles secuestrados. Asimismo, un total de 965 terroristas y sus familias y 550 niños se entregaron a las propias tropas desplegadas en diferentes lugares”, agregó.

Los militares se incautaron, igualmente, de cinco camiones armados, 50 armas variadas y 200 ristras de municiones de diferentes calibres.

Además, el Ejército mató a 50 "bandidos" -término usado en Nigeria para nombrar a las bandas criminales que cometen ataques mortales y secuestros- en varias operaciones durante el mismo periodo en el noroeste y centro-norte del país, y rescató a 13 secuestrados.

Desde 2009, el noreste de Nigeria es el campo de batalla del grupo yihadista Boko Haram y su facción desde 2015, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental.

Ambos grupos radicales han asesinado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en los países vecinos de Camerún, Chad y Níger.

A esta inseguridad se suma la de varios estados del centro y noroeste nigeriano, que sufren ataques incesantes de bandidos, y una ola de secuestros masivos con el objetivo de obtener lucrativos rescates.

Estos ataques han continuado a pesar de las reiteradas promesas del presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, de acabar con el problema y del despliegue de más fuerzas de seguridad en la zona. EFE

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