Bangkok, 30 ene (EFE).- El ministro de Recursos Humanos malasio, M. Saravanan, afirmó este domingo que va a reunirse con empresas del sector de los guantes médicos y el aceite de palma ante las alegaciones de trabajos forzados a inmigrantes que han provocado la prohibición de sus productos en Estados Unidos.

El anuncio se produce después de que la autoridad portuaria de Estados Unidos prohibiera el viernes los productos del fabricante malasio de guantes sanitarios YTY por supuestos trabajos forzados, la séptima compañía malasia sancionada en los últimos dos años, informó el portal malasio The Star.

Las autoridades estadounidenses también indicaron que se incautarán de los productos de la empresa de aceite de palma malasia Sime Darby, también por presuntos abusos laborales.

"Estoy comprometido a abordar este asunto de manera inmediata para garantizar que Malasia no se asocia más con los trabajos forzados. Todas las compañías bajo restricciones de exportación tienen que mejorar sus prácticas internas y se tomarán medidas drásticas contra las empresas que sigan cometiendo irregularidades", afirmó Saravanan en un comunicado.

El ministro malasio señaló que también invitará a compañías como los fabricantes de guantes médicos WRP Asia Pacific y Top Glove, quienes consiguieron que las autoridades aduaneras de Estados Unidos levantaran una prohibición a sus productos tras mejorar sus prácticas laborales.

"Las políticas implementadas por estas dos compañías serán usadas como ejemplo para la mejoras de las otras empresas", precisó Saravanan.

La confiscación de pasaportes, semanas sin días libres y por encima de las 84 horas de trabajo, restricciones a la libertad de movimientos o injustos recortes de sueldo son algunas de las prácticas de explotación denunciadas en Malasia por los trabajadores inmigrantes.

Los fabricantes de guantes malasios, incluidos Top Glove, Supermax y Riverstone, han multiplicado sus beneficios gracias al aumento disparado de la demanda de guantes sanitarios a causa de la pandemia de la covid-19.

El año pasado, el Gobierno malasio anuncio un plan de acción contra los trabajos forzados que aspira a eliminar abusos como el exceso de trabajo, los dormitorios poco salubres y las deudas de servidumbre que dejan a los trabajadores en situación similar a la esclavitud. EFE

grc/rml