Irene Dalmases

Barcelona, 22 ene (EFE).- Tres Premios Nacionales de Literatura, nueve premios internacionales, más de 600.000 ejemplares vendidos de "Las lágrimas de Shiva", de César Mallorquí, son algunas de las cifras asociadas al Premio Edebé de Literatura infantil y juvenil, que en esta edición cumple los treinta años, "más vivo que nunca".

En una entrevista con Efe, la directora de publicaciones de Edebé, Reina Duarte, solo lamenta que por culpa de la pandemia de coronavirus la celebración, el próximo día 27, deba llevarse a cabo con restricciones de aforo, aunque "tendremos una representación de toda la gran familia relacionada con los premios y al resto los esperamos detrás de las pantallas, porque retransmitiremos el acto en línea", explica.

Duarte, que ha vivido en primera persona estas distinciones desde su primera edición, recuerda perfectamente cuando entonces ganó, con apenas 28 años, un desconocido Carlos Ruiz Zafón, con "El Príncipe de la Niebla", junto a un veterano como el mallorquín Gabriel Janer Manila, y cómo a partir de entonces se han consolidado los galardones, instituidos por la Congregación Salesiana, buscando el talento en la literatura infantil y juvenil, que "parecía un poco la hermana menor, la cenicienta de la literatura".

Con una dotación de 55.000 euros (30.000 para la obra juvenil y 25.000 para la obra infantil), a lo largo de estos años se han publicado narraciones de autores premiados, además de los ya citados, como Care Santos, Elia Barceló, Maite Carranza, David Cirici, Andreu Martín, Juan Madrid, Agustín Fernández Paz o Fina Casalderrey.

Reina Duarte defiende que "si el premio está tan vivo es porque seguimos trabajando con el cariño y la profesionalidad de todo un equipo honesto, porque nos hemos mantenido de manera invariable en los mismos principios de hace treinta años, ese es el ADN de Edebé".

"El premio nació con una dotación importante desde el principio para despertar el talento que sabíamos que existía entre los escritores de literatura infantil y juvenil y para poder ofrecerlo luego a los más jóvenes", destaca.

Respecto de los diferentes jurados, asevera que siempre "han sido personas ajenas a los intereses comerciales y mercantilistas, que no digo, ni que sean buenos, ni que sean malos, simplemente señalo que los participantes lo hacen anónimamente y ganan las mejores obras, es un premio honesto que tiene en cuenta la calidad literaria".

Por todo ello, insiste Duarte, "este es un premio en el que todos los escritores del Estado tienen su oportunidad, porque pueden presentarse originales en castellano, catalán, gallego y euskera, ya sean veteranos de setenta años o jóvenes como lo era Carlos Ruiz Zafón en la primera edición".

A lo largo de estas tres décadas, repasa la editora, han ido apareciendo nuevas cuestiones en las tramas de los libros que se han distinguido, sin obviarse cuestiones que van del suicidio a la guerra o al abuso sexual.

En su opinión, "cuando la literatura es buena, siempre educa, y eso lo tenemos muy presente en la editorial. Creemos que se pueden tratar todos los temas y que los más jóvenes están necesitados de respuestas que la literatura les puede aportar, así como abrirles horizontes nuevos".

"Cuando nace el premio es porque, precisamente, la propiedad de la editorial creía que la literatura era la mejor herramienta para educar a las generaciones futuras y para crear una sociedad que fuera plural, diversa, crítica, con conocimientos, y no cerril e ignorante".

En la edición de este año participan un total de 239 originales, de los que 140 son en la modalidad de infantil y 99 en la de juvenil, escritos en castellano (193), catalán (29), gallego (9) y vasco (8).

La procedencia de las novelas es diversa, aunque hay 92 que provienen de la Comunidad de Madrid; otras 51 son de Cataluña; seguidas por Andalucía (32); Comunidad Valenciana (12); Aragón (10); Galicia (9); País Vasco (8) y Extremadura (3).

Este año, además, han llegado originales procedentes de Argentina, Colombia, México, Uruguay y Chile.

Ilusionada con la entrega de los premios de 2022 y la fiesta del próximo día 27, Reina Duarte no esconde, tampoco, que a pesar de todos los males de la pandemia, en este período ha habido "un redescubrimiento de los libros, aunque nosotros ya teníamos a lectores niños y jóvenes maravillosos, y eso se ha notado en un incremento de ventas, no tanto en 2020, pero sí en 2021".

Sin atreverse a hacer predicciones a largo plazo, Duarte desea, sin embargo, que "este redescubrimiento haya venido para quedarse y que se consolide, aunque es normal que cuando los jóvenes puedan volver a los conciertos masivos o a reunirse sin restricciones, seguramente las horas de lectura bajarán, pero cuando algo te enamora, siempre vuelves". EFE

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