Burgos, 14 feb (EFE).- La progresión del Burgos desde que arrancó la segunda vuelta, ratificada con su victoria de ayer ante la UD Las Palmas (0-2), rompiendo una de las carencias a domicilio que estaba mostrando el equipo de Julián Calero, le permite mirar con mayor ambición en su vuelta a la categoría de plata dos décadas después.

El objetivo inicial marcado por el conjunto blanquinegro era y sigue siendo incuestionable: la permanencia. No obstante, la dinámica en la que está entrando el equipo, muy sólido en El Plantío, donde incluso golea a sus rivales, y comienza a ser también competitivo a domicilio, le hace poder mirar hacia arriba desde sus 38 puntos a doce tan solo de la hipotética cifra de permanencia.

Los burgaleses han mejorado o igualado el balance en este 2022 con respecto a los resultados que habían cosechado en la primera vuelta ante los mismos rivales, tan solo con el desequilibrio ante el Lugo, con el que empataron como locales (1-1) y cayeron por la mínima (1-0) en el Anxo Carro.

Con el Real Valladolid, Alcorcón y Amorebieta, igualaron resultados, perdiendo a domicilio y ganando como locales en los dos primeros casos, aunque con mejor balance goleador, mientras que ante el equipo vasco se repitieron guarismos, en ambos casos el mismo marcador, 2-2.

Con el Leganés y UD Las Palmas el conjunto burgalesista mejoró los resultados obtenidos en la primera vuelta; ya que mientras en Butarque se había empatado sin goles (0-0), le golearon en El Plantío (4-0) y frente a los canarios tampoco se movió el marcador en Burgos (0-0), mientras que ayer lograban tres puntos muy importantes con los tantos de Córdoba y Andy.EFE

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