París, 7 feb (EFE).- Tras las acusaciones lanzadas en Francia contra el grupo de residencias de la tercera edad Orpea por descuidar el trato de los ancianos por razones económicas una segunda compañía del sector, Korian, se ha visto en el punto de mira con quejas similares.

El primer caso llevó el pasado 31 de enero a que Orpea destituyera a su "número uno", Yves Le Masne, por el hasta entonces presidente no ejecutivo de su consejo de administración, Philippe Charrier, a quien se le pidió garantizar que se aplican "las mejores prácticas" en toda la empresa.

La abogada Sarah Saldmann, que canalizó la acción colectiva contra Orpea, indicó este lunes en la cadena BFM TV que le han llegado denuncias parecidas contra Korian, que tiene en Francia 492 establecimientos.

Al principio recibió "una o dos alertas" y después "varias decenas", lo que la motivó a hacerse cargo también de los afectados de ese segundo grupo. La acción colectiva contra Orpea está previsto que llegue a la Fiscalía a principios de marzo, y la lanzada contra Korian a lo largo de abril.

El escándalo sobre la situación del sector fue desencadenado tras la publicación en enero de "Les Fossoyeurs" (Los enterradores), una investigación del periodista Victor Castanet que incluye 250 entrevistas y más de 200 testimonios, además de informes confidenciales y correos internos que dejan en mal lugar a Orpea.

El libro reflejaba que a los residentes se les limita el número de pañales independientemente de sus necesidades, que la comida es racionada, algunos ancianos son maltratados y que entre el personal hay más accidentes laborales que en el sector de la construcción.

Esto llevó al Gobierno francés a lanzar dos investigaciones, una de tipo administrativo y otra financiera, sobre ese grupo de residencias.

"Todo el sector sufre la ausencia de un sistema de normas de calidad comparables y controladas, como las que hay en los establecimientos sanitarios", indicó este lunes en el diario Les Échos la directora general de Korian, Sophie Boissard, que subrayó que en su empresa no se dan las prácticas denunciadas sobre Orpea.

La ausencia de claridad sobre las expectativas y la falta de controles es "perjudicial" para todos los actores, añadió la directiva, alegando que es "irresponsable" hacer saltar la alarma en un contexto donde la confianza ya se ha visto "fuertemente" minada. EFE

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