En el contexto del reciente proceso electoral en Venezuela, se han generado diversas reacciones por parte de observadores internacionales respecto a la transparencia del escrutinio. Entre estos observadores, destacan los expresidentes Leonel Fernández de República Dominicana y Ernesto Samper de Colombia, quienes han solicitado explícitamente la publicación de todas las actas de escrutinio por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano. Este pedido se enmarca dentro de una serie de exigencias encaminadas a garantizar la transparencia en el proceso electoral.

Fernández y Samper, quienes fueron invitados por el régimen de Nicolás Maduro como observadores, han manifestado que la publicación de las actas es un "primer paso" crucial para permitir una revisión exhaustiva del proceso electoral. Según ellos, es fundamental que todas las partes interesadas tengan acceso a la información completa para asegurar la legitimidad del proceso. "Este primer paso es esencial para que todas las partes interesadas accedan a la información necesaria para una revisión exhaustiva", indicaron los expresidentes.

A pesar de estas demandas, el CNE entregó la credencial de presidente electo a Maduro la mañana del lunes, basándose únicamente en un primer boletín con supuestamente el 80% de los votos escrutados, sin haber publicado ninguna de las actas correspondientes. Esta situación ha suscitado inquietud entre otros observadores, como el chileno Marco Enríquez-Ominami, coordinador del Grupo de Puebla, quien ha cuestionado la validez del proceso hasta que se publique un escrutinio verificable. Enríquez-Ominami expresó en un tuit: "El pueblo habló. Se sabrá su veredicto cuando se publiquen actas del CNE. Así se disiparán las dudas y habrá certezas".

En contraste con estas demandas de transparencia, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien mantiene una relación cercana con el régimen venezolano, ha optado por no sumarse a estas peticiones. Zapatero, conocido por su postura de defensa hacia Maduro y la suspensión de sanciones internacionales impuestas al régimen, no ha solicitado la publicación de las actas ni ha abordado las inquietudes sobre el proceso electoral. Su actitud ha sido interpretada como un apoyo tácito al régimen chavista y a su cuestionado proceso electoral.

Zapatero ha sido criticado por no aprovechar la oportunidad para alinearse con las demandas de sus colegas observadores, como el expresidente argentino Alberto Fernández, quien también ha expresado su preocupación por la falta de transparencia en el proceso. La postura de Zapatero contrasta con la de otros observadores internacionales y pone en relieve las diferencias en las evaluaciones del proceso electoral en Venezuela.