En los últimos años, este complejo residencial ha mostrado evidentes signos de deterioro, con humedades, grietas y filtraciones que afectan tanto las áreas comunes como las viviendas privadas.

El Ayuntamiento de Polanco ha tomado medidas de emergencia cerrando el acceso a una parte de la calle cercana a la estación de FEVE, debido a la caída de cascotes de la fachada a la vía pública. Esta acción busca prevenir posibles accidentes entre transeúntes y vehículos que circulan por la zona. Además, se han instalado andamios de seguridad alrededor del edificio para proteger las entradas a los garajes y garantizar la seguridad de los residentes.

Los residentes del edificio han experimentado problemas desde poco después de su ocupación. Las humedades y filtraciones son constantes, intensificándose con cada lluvia y comprometiendo la integridad estructural del edificio, como lo evidencian las grietas visibles en varios puntos.

Además de los problemas estructurales, la urbanización ha sufrido de alta morosidad, liderada por el promotor y seguida por algunos propietarios, generando conflictos adicionales como el corte de suministros básicos. En enero de este año, los nueve portales se quedaron sin servicio de ascensor por un corte de electricidad debido a impagos, afectando la vida diaria de los residentes.

Ante la gravedad de la situación, algunos vecinos se han organizado para realizar reparaciones de emergencia mientras buscan soluciones a largo plazo. Sin embargo, la desconfianza crece entre la comunidad, muchos se sienten engañados al comprar sus viviendas creyendo en la calidad de la construcción.

El Ayuntamiento y las autoridades competentes están bajo presión para ofrecer una solución definitiva que garantice la seguridad y el bienestar de estas familias. Se espera que las investigaciones en curso determinen la extensión de los daños y las responsabilidades correspondientes.

Este incidente subraya la necesidad de un control más estricto en la construcción de viviendas y un seguimiento post-venta efectivo para asegurar que los edificios cumplan con todas las normativas de seguridad y calidad. Mientras tanto, los residentes de Los Olivos viven con la incertidumbre de no saber qué pasará con su hogar y su comunidad.

Llamamiento a la ciudadanía por seguridad

Se ha realizado un llamamiento a todos los vecinos del entorno para que respeten las vallas de corte de la vía pública de acceso a la estación de tren, ya que existen itinerarios alternativos. Algunas personas han estado retirando estas vallas sin darse cuenta del peligro significativo que esto puede representar, lo que ha requerido que se vuelvan a colocar diariamente. Es fundamental que todos colaboremos en mantener estas medidas de seguridad para evitar posibles accidentes.

Cortes de luz y falta de accesibilidad para discapacitados

En enero, los nueve portales en los que está dividida la urbanización se quedaron sin ascensor tras un corte por impago del suministro eléctrico, hasta que un vecino avisó a la compañía suministradora de la existencia de dos personas con discapacidad, e inmediatamente la empresa eléctrica devolvió la luz a ese portal. «La vida diaria en esta urbanización no es fácil», afirma uno vecino afectado. «Estamos contentos con el vecindario, pero nos sentimos engañados».

Respuesta del Ayuntamiento al problema 

En medio de la crisis en el edificio Los Olivos, el Ayuntamiento ha intensificado sus esfuerzos para garantizar la seguridad y buscar soluciones legales y financieras a los problemas que afligen a más de 130 familias. La alcaldesa, Rosa Díaz Fernández, ha tomado un papel activo en esta situación, reuniéndose en dos ocasiones con representantes de los vecinos afectados, a quienes ha transmitido el firme compromiso del consistorio para abordar esta compleja situación.

Una de las primeras medidas adoptadas por el Ayuntamiento fue el corte preventivo de la vía pública que da acceso a la estación de Requejada, tras la caída de cascotes de la fachada y la aparición de una gran grieta. Esta medida urgente busca prevenir accidentes por desprendimientos adicionales, que podrían poner en riesgo la vida de los transeúntes y los usuarios de la estación de tren.

Paralelamente, se han iniciado investigaciones para determinar la situación legal de la promotora, que se declaró en quiebra hace algunos años. El objetivo es clarificar a quién pertenecen ahora estas propiedades y quién es responsable de las deudas acumuladas con el Ayuntamiento en concepto de impuestos, como el Impuesto de Bienes Inmuebles, y con la comunidad de propietarios por cuotas impagadas.

El consistorio también está trabajando con sus servicios jurídicos para explorar todas las vías legales disponibles para reclamar las deudas a las entidades que hayan asumido la propiedad de las viviendas, incluyendo posiblemente bancos o la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Este es un paso crucial para que la comunidad de propietarios pueda disponer de los recursos necesarios para afrontar las reparaciones urgentes y necesarias.

Además, el Ayuntamiento ha instado a la comunidad a ejecutar de urgencia la reparación de los desperfectos más graves, especialmente aquellos que suponen un riesgo inminente para la seguridad pública. La alcaldesa ha lamentado profundamente la situación y ha reiterado el apoyo municipal para ayudar a los vecinos a superar estos difíciles momentos.

Finalmente, se ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que respete las señalizaciones y las vallas que se han colocado como medida de seguridad. A pesar de existir itinerarios alternativos, ha habido incidentes donde personas han retirado estas barreras, aumentando el riesgo de accidentes. Esta situación subraya la necesidad de un compromiso comunitario para mantener la seguridad mientras se trabaja en una solución duradera para los habitantes de Los Olivos.