Rocamundo, enclavado en el municipio de Valderredible, Cantabria, España, es mucho más que un simple pueblo rural; es un tesoro que fusiona la belleza natural con un rico legado histórico. Ubicado a 721 metros sobre el nivel del mar, este encantador pueblo se halla al pie de un pequeño promontorio areniscoso que, según registros históricos, le otorgó su nombre. A pesar de su modesto tamaño y su población de tan solo 44 habitantes en 2012, Rocamundo es un lugar que respira historia y alberga una comunidad que valora y preserva su patrimonio.

El origen del nombre "Rocamundo" puede rastrearse hasta el término "Ruy Camondo", según consta en el Becerro de las Behetrías del siglo XIV. Sin embargo, la población local vincula su nombre con las imponentes formaciones rocosas de los alrededores, que pintorescamente decoran el paisaje rural. Estas rocas areniscosas, junto con las colinas del páramo de La Lora, definen la vista panorámica de Rocamundo y sus alrededores. Ascender por la empinada carretera que conduce a La Lora ofrece a los visitantes unas vistas impresionantes de los valles del Ebro y la región de Valderredible, proporcionando una experiencia inolvidable de la naturaleza cántabra.

El casco urbano de Rocamundo, aunque ha experimentado un desarrollo urbano reciente que ha traído consigo nuevas construcciones, aún conserva su encanto tradicional. Edificios de valor arquitectónico, como la iglesia de San Andrés, de estilo barroco, y los cuatro molinos del pueblo, testimonian la rica historia y la artesanía local que han perdurado a lo largo de los años. Además, Rocamundo es hogar de la pintoresca ermita de la Virgen de la Velilla, un lugar de devoción y peregrinación, cuya arquitectura barroca del siglo XVIII y su entorno natural bien cuidado atraen a visitantes y lugareños por igual.

La historia de Rocamundo se entrelaza con su entorno natural, donde arroyos como la Velilla y el Bello, alimentados por fuentes como la de Cubillo, serpentean entre valles y prados, ofreciendo a los aventureros la oportunidad de explorar la exuberante naturaleza de la región. En los alrededores del pueblo, se pueden encontrar vestigios de una pequeña necrópolis excavada en la roca, así como ruinas de antiguos asentamientos en lugares como Coto Bustillo y Villafría, que arrojan luz sobre la vida y las tradiciones de las generaciones pasadas en esta tierra.