Con el objetivo de preservar su herencia milenaria, las cuevas de El Castillo, Las Monedas y Covalanas han inaugurado una nueva era de acceso restringido. Este cambio radical, anunciado por la consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Eva Guillermina Fernández, y Roberto Ontañón, director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, busca salvaguardar las pinturas rupestres y la integridad de estas cavidades prehistóricas, ante los crecientes signos de deterioro.

Enfoque preventivo ante signos alarmantes, estas medidas se fundamentan en estudios recientes que destacan un preocupante incremento en los niveles de temperatura, humedad y gases nocivos como el CO2 y el radón. Estas condiciones, exacerbadas por el flujo turístico, amenazan directamente las frágiles expresiones artísticas que adornan las paredes de estas cuevas, auténticos tesoros del patrimonio mundial.

La decisión de modificar el régimen de visitas, lejos de ser un mero ajuste administrativo, es una respuesta ponderada a "señales que no se pueden ignorar", como lo describe la consejera Fernández. Específicamente, la aparición de biofilms en el 'panel de las superposiciones' en la cueva de El Castillo es un claro indicio del impacto negativo del hombre en estos espacios sagrados.

El nuevo sistema de acceso, que se implementa en dos fases –una transitoria y otra definitiva–, está diseñado para minimizar la presencia humana y garantizar la conservación de estas galerías de arte prehistórico. Desde ahora y hasta mediados de septiembre, la fase transitoria verá una reducción significativa en el número de visitantes. Por ejemplo, El Castillo pasará de acoger 1.236 visitantes a la semana a solo 780, y posteriormente a 384 en la fase definitiva. Este enfoque escalonado permite una adaptación gradual hacia un modelo de turismo más sostenible y respetuoso.

Responsabilidad y visión a largo plazo, los responsables de la gestión de las cuevas prehistóricas de Cantabria no solo buscan proteger un legado arqueológico invaluable, sino también redefinir la experiencia turística. Al limitar el acceso, se espera que cada visita sea no solo más exclusiva, sino también más enriquecedora, educativa y en consonancia con los principios de conservación que demanda nuestro tiempo.

Este cambio en las políticas de acceso a las cuevas de Cantabria no solo es un acto de conservación urgente sino también una invitación a reflexionar sobre cómo interactuamos con nuestro patrimonio cultural. En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en un imperativo, Cantabria se adelanta mostrando que es posible equilibrar el disfrute del patrimonio con su preservación.

El futuro del turismo cultural, con este nuevo régimen, Cantabria se coloca a la vanguardia en la gestión de sitios de patrimonio mundial, demostrando que la protección del legado cultural y natural es compatible con una oferta turística de calidad. Así, las cuevas de El Castillo, Las Monedas y Covalanas no solo continuarán siendo un testimonio de la historia humana sino también ejemplos del compromiso contemporáneo con la preservación cultural.

Nuevo régimen de visitas

El nuevo régimen de visitas mantiene la apertura de las tres cavidades de martes a domingo y reduce el número de accesos a las cuevas y el de visitantes en cada uno de ellos a través de dos fases: una transitoria y una permanente.

En concreto, el nuevo sistema establece un periodo o régimen de transición que se extenderá hasta el 15 de septiembre, cuando finaliza la ‘temporada alta’.

De esta manera, hasta mediados del mes de septiembre, El Castillo tendrá como máximo a la semana 780 visitantes (venía de 1.236 actuales), a través de 10 pases al día con un máximo de 13 personas por visita.

Y con el régimen definitivo, ya a partir del 16 de septiembre, podrá ser visitada por un máximo de 384 personas por semana, con 8 pases y 7 visitantes (más el guía) como máximo por cada uno de ellos. 

Respecto a la cueva de Las Monedas, que viene de recibir de martes a domingo a un máximo de 1.236 turistas, un total de 624 personas podrán visitarla semanalmente por medio de 8 entradas diarias con un máximo de 13 personas en cada una de ellas. A partir de mediados de septiembre, el límite pasará a ser de 240 visitantes a la semana y de 5 pases al día con un máximo de 7 personas (más el guía) en cada uno.

Finalmente, Covalanas, que venía de un tope de 102 personas semanales, recibirá un máximo de 90 visitantes por semana, a través de 3 visitas al día de 4 integrantes cada una (más el guía) hasta el 15 de septiembre, cifras que se mantendrán en los mismos parámetros también desde esa fecha.

Al margen de estos plazos, las reservas realizadas y confirmadas para visitar algunas de estas tres cuevas con anterioridad a la fecha de inicio de este nuevo régimen de visitas están garantizadas.