Se aproxima la fecha de las elecciones europeas y el sector agrícola lo sabe bien. Este periodo legislativo representa una oportunidad crucial para mitigar la crisis que ha afectado al campo durante años. Representantes del sector han iniciado una movilización activa para garantizar que sus necesidades ocupen un lugar central en la agenda de las autoridades comunitarias, uno de los objetivos principales del sector primario para los próximos meses, según informó Vozpópuli.

En este contexto, los agricultores españoles han comenzado a tomar medidas. Entre otras acciones, han establecido contacto con todos los partidos políticos para presentar sus planes de actuación, sus demandas y sus intenciones con respecto a la actividad en Bruselas durante los próximos cuatro años. Una de las organizaciones que ha tomado la iniciativa es la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), que ha entregado a todos los grupos políticos candidatos un paquete de propuestas para la Comisión Europea, con el objetivo de que sean consideradas en las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio.

En la carta dirigida a los partidos, el sindicato agrario destaca: "El modelo profesional y social de la agricultura se debilita, con descensos en la renta agraria, desmantelamiento de la actividad productiva en amplios sectores y territorios, descensos de la producción, cierre de explotaciones y pérdida de empleo, envejecimiento de los agricultores, despoblamiento rural... ¡Hasta ahora la política agraria común no ha sido capaz de revertir este declive!". Este documento organiza las reivindicaciones en cinco bloques: precios justos, flexibilización de la PAC, relevo generacional, sostenibilidad y cambio climático, e innovación. Cada apartado incluye medidas concretas relacionadas con estos temas.

Los sindicatos se preparan para unas elecciones decisivas para el sector primario en Europa y buscan influir en la agenda de los partidos españoles para mantener vigentes sus reivindicaciones. Confirmando lo adelantado a este periódico, las movilizaciones se han detenido y ahora el enfoque será más burocrático, con la atención centrada en Bruselas. "Miramos a las elecciones europeas con mucha expectación; sabemos la importancia que tenemos, porque se va a hablar de nosotros necesariamente, y queremos marcar la agenda política, tenemos que estar muy preparados para ello", señalaron fuentes de COAG y otras asociaciones agrarias.

Las asociaciones agrarias también están movilizándose para las elecciones. El sector reconoce su papel clave en esta legislatura y está actuando en consecuencia, aprovechando que "por primera vez parece que los políticos escuchan al campo". Grandes asociaciones agrarias también se preparan para el 9 de junio. Por ejemplo, SOS Rural ha elaborado una hoja de ruta para ejercer presión en estas semanas cruciales, presentando un manifiesto específico a los representantes de los partidos políticos.

SOS Rural ha trabajado de manera similar a COAG, pero apunta directamente a Europa, mientras que el sindicato prefiere comenzar desde España. Sus peticiones están organizadas en seis temáticas: seguridad, estabilidad, sostenibilidad, modernidad, ruralidad y globalidad, cada una con dos o tres propuestas específicas.

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (FENACORE) también se ha sumado a esta carrera hacia Europa. A través de una carta, ha solicitado a los partidos políticos la reducción de trabas burocráticas que afectan a las explotaciones agrícolas y ha propuesto la reforma del marco normativo para permitir a los agricultores europeos competir en igualdad de condiciones y garantizar la seguridad alimentaria. En una carta de diez páginas, consultada por Vozpópuli, FENACORE ha señalado "las dificultades y trabas administrativas que crean unas normativas asfixiantes, burocráticas, ajenas al sentido común y alejadas de la realidad del sector agrícola" y ha pedido a los grupos del Parlamento Europeo con representación española que aprueben urgentemente los cambios necesarios. Entre otros aspectos, la federación exige la construcción de obras hidráulicas, la aplicación de un IVA reducido para las Comunidades de Regantes en los suministros de energía y la aprobación de cláusulas espejo.