Sin embargo, una revisión más detallada de las cifras, especialmente cuando se eliminan los efectos estacionales asociados a la temporada turística, revela una realidad menos optimista. España sigue enfrentando desafíos significativos en su mercado laboral, con un debilitamiento en la creación de empleo y un crecimiento real del paro.

Contexto de los datos del paro

El informe elaborado por el sindicato USO destaca varios puntos críticos que contrastan con la visión optimista del Gobierno. Tradicionalmente, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo y tercer trimestre son más favorables debido a la estacionalidad del empleo, especialmente en sectores como el turismo. Sin embargo, estos datos pueden dar una imagen distorsionada si no se consideran factores como la Semana Santa y el inicio de la temporada veraniega.

Cifras del segundo trimestre de 2024

En el segundo trimestre de 2024, el número de ocupados aumentó en 434.700 personas, alcanzando un total de 21.684.700. La tasa de variación trimestral fue del 2,05%. A primera vista, esto parece un resultado positivo. No obstante, comparado con el año anterior, el incremento de la ocupación es menor, lo que sugiere un frenazo en la creación de empleo.

Por otro lado, el número de parados disminuyó en 222.600 personas, situándose en 2.755.300. La variación trimestral del desempleo fue del -7,47%. Sin embargo, estos números no cuentan toda la historia. No se contabilizan los desempleados con relación laboral, como los fijos discontinuos inactivos y los afectados por ERTES, que al finalizar junio de 2024 alcanzaron la cifra de 665.294.

Análisis desestacionalizado

Cuando se analizan los datos desestacionalizados, el panorama es aún más preocupante. La tasa de variación trimestral del empleo en términos desestacionalizados fue del 0,37%, lo que indica un claro frenazo al crecimiento de la ocupación desde el segundo trimestre de 2023. Además, los resultados desestacionalizados del paro muestran un crecimiento del 1,15%. En términos simples, mientras la ocupación se desacelera, la tasa de variación del paro ha pasado de negativa a positiva.

Tasa de paro oficial y desempeño anual

La tasa de paro oficial se redujo en 1,02 puntos, situándose en el 11,27%. En los últimos doce meses, la cifra total de desempleados disminuyó en 52.900 personas, con una reducción más significativa entre las mujeres (45.400) que entre los hombres (7.500). La variación anual fue del -1,88%. Aunque estos datos pueden parecer alentadores, es crucial considerar la calidad del empleo creado y las condiciones laborales de los trabajadores.

Impacto en los hogares españoles

Otro aspecto relevante es la situación de los hogares. Los hogares con todos sus miembros activos en paro descendieron en 109.600, situándose en 868.300. En contraste, los hogares con todos sus miembros activos ocupados aumentaron en 220.800, alcanzando un total de 11.765.800. Este dato refleja una mejora en la estabilidad laboral de algunos hogares, aunque la precariedad y la temporalidad siguen siendo desafíos importantes.

Comparación Internacional y Pérdida de Poder Adquisitivo

En un contexto internacional, los datos de la OCDE sobre la pérdida de poder adquisitivo entre 2019 y 2022 indican que España ha tenido uno de los peores desempeños en Europa bajo la gestión del presidente Pedro Sánchez. Esta pérdida de poder adquisitivo afecta directamente la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, exacerbando las dificultades económicas a pesar de las aparentes mejoras en las cifras de empleo.

Trampas estadísticas: Fijos discontinuos y ERTES

Un punto crítico en el análisis del mercado laboral español es la inclusión de los fijos discontinuos y los trabajadores afectados por ERTES en las estadísticas de ocupación. Estos grupos no representan empleo estable y continuo, y su inclusión puede inflar artificialmente las cifras de ocupación, dando una imagen más positiva de la realidad laboral.

En resumen, aunque las cifras recientes del paro han sido presentadas por el Gobierno como un éxito, una evaluación más profunda muestra que el mercado laboral en España enfrenta serios desafíos. La desaceleración en la creación de empleo, el aumento desestacionalizado del paro y la precariedad laboral son indicadores de un mercado laboral que aún necesita importantes reformas y políticas efectivas para mejorar la calidad y estabilidad del empleo.

La situación exige una reflexión sobre las medidas necesarias para fomentar un crecimiento sostenible del empleo, mejorar las condiciones laborales y abordar las disparidades regionales en el mercado de trabajo. Solo con un enfoque integral y estratégico se podrá revertir la tendencia negativa y asegurar un futuro más próspero para los trabajadores españoles.