La carrera por la sucesión en la dirección del Banco de España ha desatado una encendida disputa, especialmente con la sugerencia del nombre de José Luis Escrivá, actual ministro de Transformación Digital y Función Pública. Aunque Escrivá no era inicialmente uno de los candidatos mejor posicionados para el cargo, recientemente su nombre ha cobrado fuerza en las negociaciones lideradas por Félix Bolaños y Cuca Gamarra, intentando pactar los nombramientos clave del momento.

La filtración de su nombre en este contexto ha generado especulaciones dentro del ámbito político y financiero. Algunos observadores interpretan la mención de Escrivá como una estrategia de Moncloa para desacreditarlo o desestabilizar las negociaciones en curso. Sin embargo, no se descarta que su insistencia personal y la falta de acuerdo entre las partes involucradas puedan llevarlo finalmente a ocupar el cargo.

La posible designación de Escrivá ha provocado una fuerte reacción del Partido Popular, que ve con recelo el ascenso de un miembro del Consejo de Ministros a un puesto de regulador independiente. Esta postura se sustenta en la necesidad de limitar las llamadas "puertas giratorias" entre política y regulación, un punto central en los intentos por despolitizar instituciones clave como el Consejo General del Poder Judicial.

Desde el ámbito financiero y desde algunos sectores cercanos al PSOE, se ha expresado preocupación por la independencia del Banco de España, vista como fundamental para su función reguladora. La posible llegada de Escrivá, combativo y conocido por su verbo directo, suscita dudas sobre su capacidad para desempeñar el cargo con imparcialidad, especialmente tras su paso por el BBVA y sus controversiales declaraciones sobre políticas económicas y salariales.

En contraposición, Paula Conthe, actual secretaria del Tesoro y con una trayectoria en organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, se menciona como una alternativa con mayor consenso y respaldo técnico para el puesto. Conthe, a pesar de su juventud relativa, ha demostrado competencia en la gestión financiera compleja, lo que la hace una candidata fuerte dentro de las discusiones en curso.

La incertidumbre persiste en las conversaciones para designar al nuevo gobernador del Banco de España, mientras se acerca la fecha límite para contar con un nombramiento antes de la próxima reunión del Banco Central Europeo en julio. Mientras tanto, Margarita Delgado, actual subgobernadora, podría asumir interinamente las funciones, aunque sin poder pleno en áreas críticas como la política monetaria.

El desenlace de estas negociaciones no solo determinará el liderazgo del Banco de España en un momento crucial para la economía europea, sino que también reflejará las tensiones políticas y las luchas internas por el control de las instituciones financieras clave en España.