La inflación en los servicios en España continúa mostrando una fuerte resistencia a la baja, amenazando con cerrar el año por encima del 4%. Esta tendencia contribuirá a que la inflación general termine 2024 en un 3,5%, un punto y medio por encima del objetivo del Banco Central Europeo (BCE). Según el BCE, "la inflación de los servicios es elevada y es probable que la general continúe por encima del objetivo hasta bien avanzado el próximo año". Con este mensaje, la entidad justificó su decisión de mantener sin cambios los tipos de interés, congelando el precio oficial del dinero en el 4,25%, nivel en el que se encuentra desde el mes pasado.

En junio, España registró la segunda inflación más alta de la eurozona, con un 3,6%, superada solo por Bélgica. La media de la eurozona se situó en 2,5%, aún por encima del objetivo del BCE de un 2%. Actualmente, la preocupación principal se centra en los servicios, y no en los alimentos ni en la energía.

En España, los servicios (que incluyen paquetes turísticos, vuelos, hoteles, restaurantes, así como servicios médicos y de seguros) han registrado un aumento de precios del 3,7% en comparación con el año anterior. Esta tasa de inflación ha permanecido constante durante dos meses y se espera que continúe aumentando, superando el 4% para finales de año. Las previsiones de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) indican que la inflación en los servicios se mantendrá en el 3,7% un mes más, para luego aumentar al 4% en agosto. En noviembre y diciembre, podría llegar al 4,1%, contribuyendo a que la inflación general alcance el 3,5% a fin de año, superando el objetivo del BCE del 2%.

Funcas prevé que la tasa general de inflación experimentará "fuertes altibajos" debido a los "importantes efectos escalón en los productos energéticos", con precios volátiles que algunos meses subirán y otros bajarán. Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, explica que el sector de los servicios está liderando la recuperación, impulsado por un aumento significativo en el gasto de turistas extranjeros y una mayor inversión de la población en experiencias. "Las empresas se sienten más capacitadas para subir precios y recuperar márgenes", afirma Cardoso.

La disminución de la tasa de paro ha llevado a los trabajadores a demandar mayores salarios para recuperar parte del poder adquisitivo perdido, lo que a su vez incrementa su capacidad de gasto. Además, las empresas prevén un aumento en los costes no salariales debido a las subidas en las cotizaciones sociales para financiar las pensiones y la reducción de la jornada laboral. Cardoso advierte que "los precios de los servicios mostrarán una inflación superior a la del resto de componentes durante los próximos años y harán que la convergencia al objetivo sea lenta".

Mientras tanto, los precios de la energía y los alimentos comienzan a estabilizarse, con expectativas de terminar el año con tasas de inflación inferiores al 3%, según Funcas. El Gobierno español destinará 5.000 millones de euros este año en medidas para mitigar los efectos de la crisis inflacionaria, incluyendo la reducción del IVA en alimentos básicos y aceite de oliva. La inflación media esperada para este año es del 3,2%, lo que determinará el aumento de las pensiones en enero de 2025, llevando la pensión media de jubilación a unos 1.500 euros mensuales. Se prevé una inflación media del 2,2% para 2025, pero no se alcanzará el objetivo del BCE del 2% hasta mediados de ese año.