Pedro Sánchez ha prolongado su intervención en la sesión de investidura del Congreso, tardando más de una hora antes de abordar el tema de la amnistía. En lugar de abordar la preocupante deriva institucional y la inseguridad jurídica que afecta a España, el líder del PSOE ha optado por iniciar su discurso centrado en cuestiones internacionales, atacando a la derecha y alardeando de su gestión, a pesar de divulgar numerosas imprecisiones económicas.

Sánchez ha destacado el alarmismo climático como uno de los primeros puntos de su intervención, declarando que el planeta se encuentra en una grave "emergencia climática" que su gobierno debe abordar. Propone alcanzar la neutralidad climática gastando un 2,6% del PIB en los próximos años, sin explicar la procedencia de estos datos, mientras acusa a la derecha de ser "negacionistas climáticos".

Aprovechando la ocasión, Sánchez ha dirigido críticas hacia Javier Milei de manera inoportuna, calificando su discurso como "delirante" y "reaccionario", mientras carga contra la derecha española por apoyarlo. Curiosamente, el presidente en funciones no ha vacilado en expresar su respaldo al candidato peronista, Sergio Massa, para las elecciones presidenciales en Argentina, obviando el papel de Massa en la situación económica del país.

Centrándose en temas económicos, Sánchez ha anunciado medidas como la prórroga de la rebaja del IVA de los alimentos hasta junio de 2024, aunque con trucos y compensaciones. Otras propuestas incluyen la gratuidad del transporte público para menores, jóvenes y desempleados a partir de enero, sin especificar el coste de esta medida. Además, ha prometido aumentar el bono del alquiler, prorrogar el bono juvenil de 400 euros, "reforzar" el Ingreso Mínimo Vital y continuar incrementando el Salario Mínimo Interprofesional, sin proporcionar cifras económicas precisas.