Hazte Oír ha presentado una querella ante los juzgados de instrucción de Barcelona contra tres agentes de los Mossos d’Esquadra por su presunta participación en la huida de Carles Puigdemont, líder de Junts. La denuncia se fundamenta en posibles delitos de omisión del deber, denegación del cumplimiento de resoluciones judiciales, denegación de auxilio a la Administración de Justicia y encubrimiento.

Según los investigadores, estos agentes desempeñaron un papel crucial en la fuga de Puigdemont, quien regresó a Cataluña tras siete años en el extranjero para evitar responder ante la justicia por su participación en el procés. A pesar de existir una orden de detención activa, el expresidente catalán logró evadir nuevamente a las autoridades.

En la querella, Hazte Oír sostiene que los agentes "no solo no atendieron a su deber de detener al fugitivo", sino que "llevaron a cabo de manera activa conductas dirigidas a facilitar su huida". La denuncia añade que "no queda ningún atisbo de duda" sobre el regreso de Puigdemont, quien anunció públicamente su retorno en redes sociales. Según los querellantes, "todo el mundo tenía constancia plena del lugar, día y hora en el que retornaría el fugitivo".

La organización señala que era "público y notorio" el lugar donde Puigdemont reaparecería, ya que se había montado un escenario con pantalla, un equipo de megafonía y un atril con la leyenda "Barcelona, 8 de agosto de 2024". Hazte Oír subraya que todo esto requiere cierto tiempo de preparación, y que, además, el acto fue convocado públicamente, lo que evidencia que no fue improvisado.

Durante su breve intervención ante 2.500 personas, Puigdemont afirmó que el proceso de independencia seguía vivo y que habría "nuevas oportunidades" tras el intento fallido de 2017. Luego, el expresidente abandonó el lugar en un coche que se captó en las cámaras, perdiéndose la policía autonómica su rastro unos minutos después. Puigdemont regresó esa misma noche a Waterloo (Bélgica), donde reside desde 2017.

Los Mossos d’Esquadra detuvieron a tres de sus agentes por presuntamente colaborar en la fuga, aunque todos fueron liberados posteriormente. Según fuentes de la policía autonómica, la pérdida del rastro de Puigdemont se produjo en la Estación del Norte, solo 15 minutos después de que el líder de Junts concluyera su discurso. Hazte Oír argumenta que la actuación de los agentes contra los que se querella fue "fundamental para garantizar que Puigdemont pudiese, una vez más, sustraerse a la acción de la justicia".

La asociación señala que dos de los agentes actuaron como escoltas, "proporcionando cobertura al fugitivo y dificultando su detención por parte de otros agentes". Añaden que "no solo no cumplieron sus deberes de detener a la persona sobre la que pesa una orden de detención vigente, sino que utilizaron sus funciones y su conocimiento para evitar de forma activa dicha detención". Los investigadores sospechan que podría haber más agentes implicados en la operación, no solo como cómplices materiales, sino también como posibles informantes que facilitaron detalles para trazar una ruta de fuga segura.

Los Mossos d’Esquadra enfrentan ahora una crisis de descrédito. Los sindicatos han comenzado a exigir la dimisión de toda la cúpula policial. El juez Pablo Llarena, instructor del caso del procés, ha solicitado un informe al Ministerio del Interior y a la policía autonómica para conocer los detalles del dispositivo desplegado, que contó con 400 agentes en la zona donde Puigdemont huyó en minutos.