Fuentes del Tribunal Constitucional han informado que en los próximos días se adoptará una decisión para invalidar los votos telemáticos de los prófugos de la justicia Carles Puigdemont y Lluís Puig, que permitieron la elección de Josep Rull como presidente de la Mesa del Parlament, según publica The Objective. La decisión del TC, que admitirá a trámite el recurso presentado por el PP, supondrá una medida de carácter urgente, creando un precedente sobre los votos telemáticos, que actualmente solo se permiten en casos de baja médica o baja por maternidad.

Según las fuentes, el voto de Puigdemont y Puig «es nulo porque no tenían las condiciones para votar por delegación». Por otro lado, el caso del republicano Rubén Wagensberg es diferente, ya que se encuentra de baja médica, lo que le permite delegar su voto según el reglamento parlamentario. El recurso del PP también pedía la nulidad en la elección del presidente del Parlament, argumentando que la decisión de la Mesa de Edad al desafiar una sentencia del TC una semana antes de la constitución de la cámara autonómica invalida todo el proceso. Sin embargo, el TC no declarará nula la elección del órgano rector del Parlament, ya que los votos telemáticos de Puigdemont y Puig no eran necesarios para obtener la mayoría, por lo que no habrían cambiado el resultado final.

En una decisión anterior, el TC anuló el voto telemático de Lluís Puig en respuesta a un recurso de amparo del PSC en 2023. La sala segunda del TC invalidó todos los acuerdos de la mesa sobre la regulación transitoria del voto telemático, pero no anuló las decisiones tomadas durante ese periodo por razones de seguridad jurídica. Esta nueva decisión del TC tendrá un impacto significativo en la próxima votación de investidura. Ni Puigdemont ni Lluís Puig podrán votar telemáticamente el próximo 25 de junio, lo que les obligará a presentarse en el Parlament para votar presencialmente, reduciendo los votos de Junts de 35 a 33 si no acuden.

El Gobierno de Pedro Sánchez asume que esta decisión del TC no alterará el cómputo final de mayorías. En Moncloa confían en que Salvador Illa, candidato del PSC, pueda ser investido el 25 de julio en una segunda votación, que se realiza 48 horas después de no lograr la mayoría absoluta. Según el reglamento de la cámara, se requiere una mayoría simple (más síes que noes) en esa segunda votación, que podría lograrse con el apoyo de ERC y los Comunes, y la abstención de otros actores como la CUP. No obstante, algunos ministros del Gobierno anticipan que habrá una primera investidura fallida de Illa, lo que le obligará a presentarse nuevamente en julio o agosto, antes del plazo de dos meses para la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas el 25 de agosto.

Desde ERC, fuentes indican que la decisión del TC «añadirá tensión a la negociación, aunque no sea determinante» en el resultado final. Temen que esto «alimente el bullicio de los convergentes» y su victimismo, forzando a ERC a unirse a su causa ante el «ataque del estado». Recuerdan que la anulación del voto telemático del TC, cinco días antes de la constitución de la Mesa del Parlament, favoreció la mayoría independentista para nombrar a Josep Rull, a pesar de que las negociaciones con el PSC estaban muy avanzadas.

La mayor preocupación de los actores catalanes es la posible vuelta de Puigdemont a Cataluña antes de que el juez Pablo Llarena levante las órdenes de detención. En ERC temen que su detención antes de la investidura obligue a defenderlo, frustrando la investidura de Illa. Un miembro de ERC expresó con resignación: «Si le detienen antes de la investidura, tendremos que salir todos en su defensa». En el Gobierno, creen que para cuando Puigdemont regrese a España, el levantamiento de las medidas ya se habrá producido, permitiéndole votar en la sesión de investidura.