La sede central del PSOE en la calle Ferraz de Madrid continúa siendo el foco de las movilizaciones ciudadanas, que este sábado marcan su décimo día consecutivo. Miles de personas han vuelto a congregarse para expresar su firme oposición a la amnistía pactada por el gobierno de Pedro Sánchez con los independentistas. Entre los cánticos y consignas de los manifestantes, destacan frases como «¡Pedro Sánchez a prisión!» y «¡No es un presidente, es un delincuente!», evidenciando el creciente descontento popular.

La preparación para la gran manifestación del domingo convocada por el PP en todas las capitales de provincia, especialmente en Madrid, añade tensión al ambiente político. La protesta de este sábado no solo refleja la continuidad de la disconformidad, sino que también sirve como preludio a lo que se espera sea una movilización masiva.

Al caer la tarde, la ya familiar escena en Ferraz se repitió: un amplio despliegue policial y una multitud de ciudadanos unidos en protesta. Los manifestantes no solo expresaron su rechazo a la figura de Sánchez, sino también su apoyo a la unidad de España y a la Guardia Civil, especialmente tras el reciente manifiesto conjunto de asociaciones profesionales de la Benemérita. Este manifiesto se produce como respuesta a las advertencias de Grande-Marlaska sobre la obligación de los agentes de defender la Constitución.

El lema «¡España no se vende, España se defiende!», junto a otros que reclaman la unidad nacional, resonó entre la multitud. Estas proclamas reflejan la preocupación por la integridad del país y la defensa de los valores constitucionales.

Mientras tanto, el PSOE, liderado por Sánchez, se enfrenta a un creciente aislamiento social y político. A las protestas en la calle se suman críticas desde la Judicatura y otros sectores del Estado, todos ellos cuestionando la legalidad y la constitucionalidad del acuerdo con Puigdemont. Frente a estas críticas, Sánchez ha optado por atacar a sus opositores, calificándolos de representantes de una "ultraderecha nostálgica de la dictadura franquista".

Este panorama político y social, marcado por la protesta y la polarización, se encuentra en un momento crítico, con la inminente gran manifestación del PP que promete ser un hito en la historia reciente de las movilizaciones políticas en España.