El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha rechazado enfáticamente la propuesta de una financiación singular para Cataluña, calificándola de injusta y basada en privilegios. En sus declaraciones del viernes, García-Page afirmó: «No cuela llamar singularidad cuando lo que buscan son privilegios», destacando que todas las comunidades autónomas tienen sus particularidades y, por lo tanto, no debe consentirse un trato especial para Cataluña.

García-Page subrayó la importancia de la igualdad entre las comunidades autónomas y criticó las peticiones de la Generalitat catalana, señalando que representan una búsqueda de ventajas injustificadas. «Me considero progresista y estoy en política para luchar contra los privilegios», explicó. Insistió en que la idea de singularidad, en este caso, es una excusa para obtener beneficios desproporcionados. «No cuela llamar singularidad cuando lo que buscan son privilegios», reiteró.

El presidente de Castilla-La Mancha cuestionó los verdaderos motivos detrás de las demandas catalanas, comparando la situación con la de su propia comunidad. «La gran diferencia que hay, y no es una singularidad, es una ofensa, es que aquí no gastamos ni un solo euro en tener embajadas en el extranjero», argumentó, aludiendo a los gastos que Cataluña destina a su representación exterior.

Finalmente, García-Page advirtió sobre las implicaciones políticas y económicas de aceptar esta propuesta. «Es una propaganda para romper España», declaró, y concluyó su intervención con una firme negativa: «No lo vamos a consentir. Sería un precio demasiado caro por mantener un puesto».