El partido liderado por Santiago Abascal, Vox, está desempeñando un papel fundamental en la consolidación de un "supergrupo" en el Parlamento Europeo, buscando la unión de figuras prominentes como Marine Le Pen y Giorgia Meloni. Esta estrategia tiene como objetivo reunir a la derecha antiglobalista bajo un solo paraguas político en el ámbito europeo.

Según declaraciones de Abascal durante el evento Europa Viva 24, Vox está trabajando activamente para formar una "alianza global de patriotas en defensa del sentido común", rechazando el globalismo que amenaza las soberanías nacionales. En este esfuerzo, se destaca la importancia de ECR e ID, con quienes Vox tiene buenas relaciones diplomáticas, para lograr la unión y sumar hasta 141 europarlamentarios.

La tarea no es fácil, ya que se reconocen diferencias entre algunos grupos, especialmente entre ID, que tiene una inclinación algo más prorrusa, y algunos miembros de ECR que sufrieron bajo el dominio de la URSS. Sin embargo, la necesidad de un frente común contra la inmigración descontrolada y la Agenda 2030 podría superar estas divergencias.

El éxito de esta operación sería un hito para la nueva derecha europea, permitiendo que el "supergrupo" resultante cuente con más de 141 representantes en el Parlamento Europeo. Este conglomerado incluiría a ECR, ID, y posiblemente al Fidesz de Viktor Orbán y la Liga de Matteo Salvini. El único partido vetado sería Alternativa para Alemania (AfD), debido a sus declaraciones abiertamente neonazis.

En cuanto a los resultados de Vox, la formación estará representada por seis parlamentarios en esta legislatura, duplicando su presencia respecto a 2019. Aunque la irrupción de Se acabó la fiesta ha afectado su desempeño, Vox reconoce el hartazgo compartido con sus votantes y evita confrontaciones, reconociendo que los votos no pertenecen a ninguna formación en particular.