El partido inaugural del fútbol masculino en los Juegos Olímpicos de París 2024 entre Argentina y Marruecos se convirtió en un caos absoluto, marcado por disturbios en las gradas y una suspensión que dejó a los aficionados boquiabiertos. La contienda, que prometía ser un clásico vibrante, terminó en una serie de eventos imprevistos que alteraron el desenlace del encuentro.

El drama comenzó cuando, después de que el marcador estuviera 1-2 a favor de Marruecos, Cristian Medina anotó un gol en el minuto 105 que parecía llevar el partido a un emocionante 2-2. Sin embargo, el gol fue anulado casi dos horas después por el VAR debido a un fuera de juego milimétrico. La anulación desató una serie de disturbios que llevaron a la suspensión del encuentro.

Durante el tiempo añadido, la tensión en el estadio de Saint-Étienne se hizo palpable. Los aficionados argentinos, que ya habían celebrado el empate con fervor, vieron cómo la euforia se transformaba en caos cuando botellas y otros objetos comenzaron a llover desde las gradas hacia el campo. La situación se intensificó con el lanzamiento de petardos, lo que obligó al árbitro a suspender el partido para proteger a los jugadores.

El encuentro ya había sido interrumpido en varias ocasiones previas debido a saltos de espontáneos al terreno de juego, pero los eventos alcanzaron su punto culminante con el lanzamiento de los petardos y la invasión del campo. La situación se volvió insostenible, y el árbitro tomó la decisión de evacuar a los jugadores del campo. Los espectadores, confundidos y frustrados, comenzaron a abandonar el estadio sin conocer el resultado final.

😨 𝐃𝐢𝐬𝐭𝐮𝐫𝐛𝐢𝐨𝐬 tras el Argentina 🆚 Marruecos

🧨 En medio de la celebración de la selección albiceleste, tras lograr el 2-2 en el último suspiro, desde la grada cayó un 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝𝐨 muy cerca de algunos jugadores#Paris2024 pic.twitter.com/BUpujNcxr9

— Eurosport.es (@Eurosport_ES) July 24, 2024

Los futbolistas esperaron en el túnel de vestuarios a que se restablecieran las condiciones para reanudar el partido. Sin embargo, la validación del gol y las múltiples interrupciones hicieron imposible continuar el juego en el estado en que se encontraba.

Finalmente, después de una espera prolongada y una reanudación complicada, el partido se reanudó a puerta cerrada. Los últimos tres minutos, que deberían haber sido cruciales para definir el destino del partido, no alteraron el marcador anterior. Marruecos preservó su victoria por 1-2, a pesar de la feroz resistencia de los argentinos.

Este partido no solo dejó una marca en los libros de historia de los Juegos Olímpicos, sino que también desató una discusión sobre la seguridad en los eventos deportivos y la necesidad de mantener el orden para garantizar una experiencia justa y segura para jugadores y espectadores. La acción en los próximos días revelará cómo los organizadores y las autoridades abordarán el incidente y qué medidas se tomarán para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir.