El individuo Juraj Cintula, acusado de disparar y dejar gravemente herido al primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha admitido su culpabilidad durante un interrogatorio policial, según informan medios locales. El presunto agresor, de 71 años de edad, enfrenta cargos de asesinato premeditado, lo que podría conllevar una pena que oscila entre los 25 años de prisión y cadena perpetua.

La Fiscalía ha solicitado al tribunal mantener a Cintula en prisión preventiva, argumentando la gravedad de los cargos en su contra. Este individuo, cuyo acto ha sacudido la política eslovaca, justificó su ataque alegando su desacuerdo con las políticas gubernamentales, entre ellas, los planes para la reforma de la radiotelevisión pública.

"No me gustan las políticas del Gobierno", declaró Cintula como motivo de su ataque, según fuentes de la emisora TA3, aunque estas declaraciones aún deben ser contrastadas ante el tribunal. El acusado ha sido trasladado al Tribunal Penal Especializado de Pezinok, donde enfrentará su primera comparecencia ante el juez en medio de estrictas medidas de seguridad.

El incidente ocurrió el miércoles pasado cuando Fico fue tiroteado al salir de una reunión del Consejo de Ministros en la ciudad de Handlová. Este acto violento ha destacado la fragilidad de la seguridad en torno a las figuras políticas de alto perfil en el país.

El perfil de Cintula presenta una serie de contradicciones, ya que, si bien se le describe como un crítico de Fico, se han revelado vínculos previos con narrativas ultranacionalistas y racistas. Además, su participación en protestas antigubernamentales desde diciembre del año pasado arroja luz sobre posibles motivaciones detrás de su violento acto.