La Cumbre Internacional por la Paz en Ucrania, celebrada en Bürgenstock, Suiza, concluyó con la aprobación  de un documento crucial que establece directrices fundamentales para la resolución del conflicto en curso. Más de 90 países participaron activamente en las intensas negociaciones que condujeron a la redacción de este documento, el cual busca sentar las bases para futuras conversaciones y acciones diplomáticas destinadas a alcanzar una paz duradera en la región.

El documento, aunque respaldado mayoritariamente, no logró la firma de 12 países, incluidos India, Arabia Saudí, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos, lo cual destaca las discrepancias significativas entre los estados respecto a los términos y las condiciones propuestas.

En una declaración contundente, el documento identifica la situación en Ucrania como una guerra, a pesar de las reticencias de algunos actores clave en reconocerla como tal. Se enfatiza la necesidad imperiosa de que Rusia devuelva la central nuclear de Zaporiyia a la soberanía ucraniana, subrayando la peligrosidad de la situación actual y la urgencia de una resolución pacífica.

Uno de los puntos cruciales abordados es la prohibición absoluta de cualquier amenaza de uso de armas nucleares por parte de Rusia en el contexto del conflicto en curso. "Cualquier amenaza o uso de armas nucleares es inadmisible", señala el documento, reflejando la preocupación global por la estabilidad y la seguridad nuclear en la región.

Además de la seguridad nuclear, la cumbre destacó la importancia de la seguridad alimentaria mundial, resaltando que la producción y el suministro de alimentos deben mantenerse de manera ininterrumpida para evitar crisis humanitarias adicionales. "La seguridad alimentaria no debe ser utilizada como arma", subraya el documento, haciendo un llamado a la libre navegación comercial y al acceso seguro a los puertos marítimos vitales en el Mar Negro y el Mar de Azov.

Finalmente, la declaración insiste en la necesidad urgente de la liberación de todos los prisioneros de guerra y la repatriación de los niños y civiles ucranianos detenidos ilegalmente. "Todos los prisioneros de guerra deben ser liberados mediante un intercambio total", establece el documento, enfatizando la importancia de la dignidad humana y el respeto a los derechos internacionales.