El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Cantabria ha lanzado una serie de promesas enfocadas en ser «la voz del sector primario» en las instituciones europeas. Sin embargo, al examinar detenidamente estas afirmaciones, surgen dudas sobre su viabilidad y el historial de acciones del partido en la región.

El secretario general del PSOE en Cantabria, Pablo Zuloaga, ha proclamado la intención del partido de representar los intereses del campo, la ganadería y la pesca en el Parlamento Europeo, sugiriendo que las políticas agrícolas y alimentarias que afectan a España se definen en el ámbito europeo. Es crucial destacar que estas declaraciones se producen en un contexto político marcado por las elecciones al Parlamento Europeo.

Es común que los partidos políticos hagan promesas y adopten posturas que pueden resultar convenientes para ganar apoyo popular, pero no siempre se traducen en acciones concretas una vez que se alcanza el poder. Zuloaga menciona la aprobación de la ley de la cadena alimentaria como un ejemplo de política que beneficia al sector primario al garantizar precios justos para los productores. Sin embargo, critica al Gobierno de Cantabria, dirigido por el Partido Popular (PP), por no aplicar esta ley y por no respaldar la presencia de inspectores que supervisen que los productos del sector se vendan a precios equitativos.

Esta crítica puede sonar contundente en un discurso político, pero se torna endeble cuando se considera la realidad. ¿Cuál ha sido el papel del PSOE en la implementación de estas políticas cuando ha tenido poder en Cantabria? ¿Ha mostrado un compromiso real con la defensa de los intereses del sector primario más allá de los discursos de campaña?

La candidata del PSOE al Parlamento Europeo por Cantabria, Silvia Abascal, se suma a este discurso prometiendo trabajar y escuchar a los productores para defender sus intereses en Europa. Sin embargo, la retórica de compromiso y acción debe ser respaldada por un historial de políticas y resultados tangibles, algo que puede faltar en este caso. Es válido cuestionar si estas promesas son más que simples palabras vacías diseñadas para atraer votos en un momento electoral.

La falta de acciones concretas y efectivas en el pasado por parte del PSOE en Cantabria para mejorar las condiciones del sector primario y garantizar precios justos para los productores puede socavar la credibilidad de estas afirmaciones. En este contexto, es importante destacar que Cantabria ha perdido desde 2001 el 78% de sus ganaderos de leche. Este dato alarmante subraya aún más la necesidad de acciones reales y efectivas en lugar de promesas vacías.

En resumen, aunque el PSOE de Cantabria busca presentarse como el defensor del sector primario en las instituciones europeas, sus promesas deben ser evaluadas con escepticismo a la luz de su historial político.