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El Diario de Cantabria

VAPERS

Vapers (o cigarros electrónicos): ¿Una solución al tabaquismo, o una puerta de entrada al mismo?

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Vapers (o cigarros electrónicos): ¿Una solución al tabaquismo, o una puerta de entrada al mismo?

El debate acerca de los posibles beneficios vs. riesgos del uso de los cigarrillos electrónicos ha sido una constante desde el inicio de la comercialización de estos productos en el mercado. Sin embargo, en los últimos años, con el vertiginoso aumento de las ventas y de la popularidad de estos productos, popularmente conocidos en habla hispana bajo el anglicismo de vapers, ha llevado las discusiones a un nivel totalmente diferente.

Aunque aún las grandes autoridades en materia de salud y bienestar no se han pronunciado ni a favor ni en contra del uso de los vapes para dejar de fumar, lo cierto es que ya es hora de preguntarse:

¿Son los vapers una solución efectiva para el tabaquismo? ¿son una trampa para que los fumadores continúen su adicción a la nicotina y la aumenten? ¿son una puerta de entrada al tabaquismo para los jóvenes?

Cigarrillos electrónicos como una alternativa a fumar…

Según los fabricantes y comerciantes de cigarrillos electrónicos, el objetivo de los mismos es ofrecer una alternativa más saludable al tabaco, por lo que siempre intentan que el precio de un vaper siempre sea más competitivo que el de mantener el vicio del tabaco.

A pesar de ser una tecnología relativamente joven, actualmente existen más de 55 millones usuarios alrededor del mundo: Según estadísticas del CDC, 1 de cada 20 norteamericanos vapea.

Pero, ¿realmente son los vapers una buena alternativa al tabaquismo?

De hecho, algunos estudios sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos puede ayudar a los fumadores a vencer su adicción al tabaco.

Prestigiosas organizaciones tales como el Departamento de Desarrollo Social de la Universidad de Washington, el King´s College of London y la agencia PHE (Public Health England) en Reino Unido han ofrecido contundentes evidencias mostrando que vapear es muchísimo menos nocivo que fumar.

Sin embargo, existe un fenómeno que por desconocimiento se suele relacionar al vapeo, y es el EVALI, de hecho, sus siglas responden a “lesión pulmonar relacionada con los vapers electrónicos”, cuando en realidad se ha demostrado que su aparición está más relacionada con la adición de acetato de vitamina E, que usualmente se emplea en e-líquidos que contienen THC (tetrahidrocannabinol, sustancia psicoactiva extraída del cannabis), lo cual es solamente legal en Estados Unidos.

Esto explicaría por qué la mayoría de casos de EVALI radican en Estados Unidos, y los pocos casos reportados en Europa son importados. En Europa, las regulaciones del TPD (Directivas para Productos del Tabaco y otros) impiden que se empleen aditivos como vitaminas, THC, estimulantes y otras sustancias en la composición de los e-líquidos para vapear.

La mayoría de estudios publicados sobre el vapeo, lo satanizan como si se tratara de una epidemia peor que el tabaquismo. Por supuesto, cuando  te centras en los posibles riesgos de los cigarrillos electrónicos, sin mirar los de los cigarrillos tradicionales, todo parece peor de lo que es. En realidad, la gente ya no sabe a quién creer, y cree lo que más le conviene.” afirmó un portavoz del Programa de Control del Tabaco, proyecto desarrollado por la agencia PHE.

Algunos apuntes sobre el panorama futuro del vapeo…

Para muchas personas, los cigarrillos electrónicos son la mejor forma de dejar el tabaquismo: recordemos que esta adicción no solo responde a la necesidad de consumir nicotina, sino también al “ritual” que el fumar implica.

El vapeo proporciona similares efectos no solo debido al contenido de nicotina de muchos e-líquidos, sino también al gesto que imita el fumar, el golpe de garganta, etc. Estos factores son también parte del efecto “ansiolítico” que muchos fumadores buscan en el cigarrillo, y que muchas de las terapias de reemplazo de nicotina no ofrecen.

Han evolucionado para ofrecer la máxima conveniencia, y actualmente pueden encontrarse en muchas variantes, entre desechables y recargables.

Los desechables son los que brindan una experiencia más parecida al cigarrillo convencional, ya que no requieren de mantenimiento ni de conocimientos previos sobre el mecanismo de los mismos: Al activarse mediante la calada, se evitan complicaciones a la hora de recibir la dosis de nicotina necesaria.

Por otra parte, los vapers recargables son más recomendados para fumadores empedernidos, que necesitan una ingesta de nicotina mayor a la que ofrecen los desechables (que solo pueden contener un máximo de 20 mg/ml de nicotina en un depósito de máximo 2 ml -comparado con los 40 o más mg de nicotina que consume diariamente un fumador de 2 cajas o más de cigarrillos).

Un fenómeno que atenta contra la credibilidad del uso del vaper como forma para dejar de fumar, es la publicidad orientada a los jóvenes: si se promociona como un producto “cool” y de moda, más que como una ayuda a los 1.1 mil millones de fumadores alrededor del mundo, lógicamente existirán muchísimas campañas que hagan ver al vapeo como una puerta de entrada al tabaquismo. Sin embargo, solo hay que pensar que quizás, muchos de esos adolescentes y jóvenes, de no existir el vapeo, igual estarían fumando cigarrillos: ya fuese por presión social o por simple rebeldía, para convertirse, tal y como sucedió con las previas generaciones, en una adicción.

De ahí que la creciente disminución de este tipo de publicidad, aparejada a continuas campañas de concienciación dirigidas tanto a los jóvenes como a sus padres, esperan tener un impacto positivo en la forma en que se percibe el vapeo, haciéndolo ver como un método para dejar de fumar, en lugar de un hobby o pasatiempo social.

Vapers (o cigarros electrónicos): ¿Una solución al tabaquismo, o una puerta de entrada al mismo?
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